El pasado sábado por la madrugada en la localidad de Santa Ana, un incendio dejó a Graciela y su familia contemplando sólo las cenizas de su casa y el consumo de sus recuerdos. Pero un giro a la historia permite abrir los brazos a nuevas esperanzas.
El Barrio «La Alegría» fue el escenario de grandes llamas que dejaron a todos los vecinos de la localidad conmovidos. Sin explicación, aún, al rededor de las 2.47 de la madrugada comenzó una gran movilización de zonales, bomberos y policías para apagar las llamas que consumían la casa de la familia Duarte.
Graciela tiene once hijos y dos nietos, «desde 20 años hasta 6 meses» así recorrían por los estados de WhatsApp los avisos de una sociedad sensible al hecho, que colaboró para sacarlos adelante.
Hoy la municipalidad de Santa Ana, esta construyendo una nueva casa para los damnificados. Para que esta madre y sus hijos puedan volver a su vida cotidiana, recuperar poco a poco mejores recuerdos que aquellos que dejan tragos amargos y tener un final feliz.
#ANGuacurari
Natasha Isaac: Área de prensa Municipalidad de Santa Ana
ANG – AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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