Recientemente, 54 familias del Barrio Sol de Misiones de la ciudad de Posadas recibieron boletos de compraventa de los terrenos que habitan. Las documentaciones son el cierre de un movido proceso de normalización, que tuvo al frente al Programa de Regularización Dominial del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA). Finalmente, los boletos de compraventa dan el marco jurídico para llegar a los títulos de propiedad, tras cumplimentar el abono en cuotas del valor social consensuado.
Sol de Misiones se encuentra al sur del municipio de Posadas (donde finaliza la apertura de la Avenida Jauretche) y está constituido por alrededor de 450 viviendas de variadas tipologías destinadas a familias que fueron relocalizadas de distintos asentamientos de la ciudad de Posadas.
El nombre del barrio surge con la Fundación Sol de Misiones para las Naciones, que protagonizó en conjunto con el Instituto la relocalización y acompañó el curso de autoconstrucción por parte de los beneficiarios, de las primeras 150 viviendas, entre los años 2012-2015.
En ese contexto y cuando ya se ejecutaban las últimas viviendas, en Agosto del 2017 un grupo de familias ocupó de manera informal un remanente de lotes, propiedad del IPRODHA, que se encontraba en el lugar.
Tras varias instancias de negociación y ante la necesidad de las familias de regularizar su situación y así poder constituir de manera formal su ocupación para mejorar sus condiciones de habitabilidad, en el año 2019 se realiza el relevamiento del asentamiento, y tras los ocupantes asumir el compromiso de compra de los terrenos, se procede a establecer el precio de venta y formalizar la regularización.
“Para llegar a esta instancia fue fundamental la organización comunitaria del asentamiento y la voluntad de contar con un documento que les permita seguir con las mejoras de sus viviendas y su calidad de vida. Cabe mencionar, que en la actualidad ocupan unidades habitacionales -en su mayoría- precarias. Pero, se puede registrar que desde que se firmó el acta de conformidad por la regularización, varias familias empezaron a mejorar sus casas. A la fecha hay construcciones y/o mejoras en mampostería, así como también, se observan materiales de construcción en frente de los terrenos. Con ello, se visualiza la importancia de otorgar seguridad jurídica en cuanto a las ocupaciones informales”, relató la directora de Emergencia Social del IPRODHA, Lucia Bauman.
Del total de 61 familias que constituyen el asentamiento, 54 firmaron el boleto de compra venta. Las restantes deben solucionar faltantes de documentación y otros trámites.
Martin Horacio Yado, beneficiario. Testimonio
“Realmente sin palabras, una emoción muy grande para mí y mis hijos porque ya es nuestro esto, así que ahora a pagar; porque siempre dijimos que íbamos a pagar por qué no queríamos que nos regalen nada y esa fue nuestra decisión y seguimos desde el primer día hasta ahora siempre juntos acá con los vecinos. Todos pasamos tormenta, aprietes, pasamos de todo un poco, siempre vivíamos con el Jesús en la boca como dice el dicho. Todo el tiempo asustado, pensando donde vamos a ir si nos sacan de acá porque yo nunca tuve terreno, nunca tuve casa. Estuvimos alquilando y pagábamos mucho. Como somos una familia grande no me alcanzaba y después vino el problema de que me echaron del trabajo. Vendía en la calle y hacía changuitas, todo eso hacía y me costaba mucho, hasta que llego la oportunidad de venir acá. Arrancamos con una casita con unas chapas que nos dieron los vecinos, no teníamos baño, los de las viviendas nos prestaban los baños; no teníamos agua, después tuvimos. En eso el presidente del barrio Don Aquino hablo conmigo y me dijo si me animaba arreglar y le dije que si me animo mientras sea para mi casa, yo me animo, y ahí nos movimos por todos lados con él. Hablamos con los vecinos y realizamos reuniones casi todos los días, estuvimos de acuerdo en pagar las cuotas dentro de lo que teníamos y en un plazo de tiempo. Así cerramos con el IPRODHA, que nos orientó todo el tiempo para llegar a esta solución”, compartió el vecino Yago, padre de siete hijos y uno de los mentores entre sus pares para llegar a esta regularización dominial.
Prensa IPRODHA
#ANGuacurari
Edición: Nahuel Centuriín
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