Quienes disfruten de las aguas del placentero arroyo Curupayti en Corpus Christi durante éste verano o en los días del próximo festival provincial del balneario «El Curupayti le canta a la Naturaleza» también podrán recorrer los bio-senderos del jardín botánico, con guía de sitio, en un recorrido de paz y conocimiento.
La AG pudo dialogar con el guardaparque del ministerio de ecología de Misiones, Ernesto , quíen fue el encargado de diseñar y llevar adelante los senderos, el profesional nos contó acerca del lugar y su importancia de conservación, «voy a hacer algunos comentarios sobre el Jardín Botánico de Corpus Christi que se llama Curupayti, también es el nombre del Arroyo, y el nombre viene de una planta el curupay que se desarrolla naturalmente en el lugar, «curú» es granuloso y «curupay» árbol de corteza granulosa, sería la traducción del guaraní, y curupaytí significa lugar dónde crecen los árboles de curupay. A pedido de la municipalidad de Corpus, de trabajo desde el Ministerio ecología en el diseño del Jardín Botánico, había disponibilidad de un predio en el Balneario Curupaytí, en realidad dos manchones de selva de diferente edades, diferentes crecimiento de árboles, un manchón nuevo, joven de cuarenta o cincuenta años y uno más antiguo de árboles más grandes, y en el caso del manchón más joven se hizo un sendero más o menos de unos seiscientos metros de recorrido, para el diseño del sendero se buscó la forma de diseñar un sendero que no canse a la gente y buscando mostrar la mayor parte de la diversidad de flora que crece en el huerto, en cuanto al nombre se optó por el nombre «Caá Yarí», en función a varias cosas, uno es la yerba, caá yarí es la diosa de la yerba mate es la que custodia la salud de los yerbales y en ese sentido, al haber muchas plantas espontáneas de yerba se optó por ese nombre, ahí se contó en el sendero mismo alrededor de setenta individuos de yerba mate, en la zona que bordea al sendero.
En cuanto al otro manchón, es un manchón más pequeño pero la selva es más alta, está al otro lado del Arroyo curupaytí, son árboles mucho más alto y una selva de más o menos unos veinte a veinticinco metros de altura, en este caso en el diseño del sendero se accionó de la misma manera tratando mostrar la diversidad la flora y además se tiene un recorrido bordeando el arroyo curupaytí, en el caso del sendero anterior no tiene proximidad al arroyo, en ese sentido la diferencia entre un sendero y otro, en el recorrido es un poco más corto alrededor de trescientos metros.
El nombre del segundo sendero es tángara, en honor a una especie de ave que hay en el sendero, el tángara o bailarín azul, también denominado saltarín azul, es una especie en la que los machos efectúan una danza que le permite reproducirse, la danza se efectúa en época de reproducción, o sea en este momento, y el macho que mejor danza, a criterio de la hembra, es el que se reproduce. En cuanto a la biología del ave un individuo macho tarda aproximadamente 7 años es convertirse en adulto y estar listo para reproducirse, ésta danza se realiza entre tres y hasta siete individuos, también tiene una implicancia cultural con la etnia Mbya Guaraní que tiene en una danza con ese mismo nombre y en la cosmovisión de ellos se dice que el pájaro aprendió del hombre, es una especie frugívora se alimenta básicamente de frutas y una de las características que tiene es que al alimentarse el individuo no se posan en la rama donde está la fruta sino que toma los frutitos un vuelo, además esta especie de monumento natural provincial y en su momento se planteó para que sea declarada como el ave de la provincia pero por algún motivo no fue sancionada la ley.
En éste sendero, en estos días es más escuchado que visto, en una visita de los alumnos de la «Escuela 50″ cuando hicimos el recorrido escuchamos reiteradamente individuos vocalizando lo que demuestra que la especie está presente en el predio, y que usa como corredor el borde del Arroyo, ya sea viniendo desde la desembocadura del arroyo hacia aguas arriba, incluso usando el parquizado en pleno uso de los turistas con los cuales se pueden cruzar».
Desde ya quedan invitados a conocer el jardín botánico Curupayti, recorrer sus bio-senderos y disfrutar de las maravillas que la naturaleza brinda a quien sabe verlas. Para programar su visita puede comunicarse al teléfono 3764 37-0640 donde Antonio Koncerevich, guia de los senderos , le asignará el mejor día y horario.
#ANGUACURARI
Prensa Municipio de Corpus Christi
Edición ANG: Juan Martín Olmedo
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Coordinación General: Walter López
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