Los actos del viernes, donde asumieron los nuevos concejales y diputados electos el pasado 6 de junio, cuando la Renovación ganó por más de 20 puntos las elecciones, demostraron el clima de cordialidad, unión y respeto con el cual conviven las fuerzas políticas del oficialismo y la oposición de Misiones.
Un clima de convivencia sana, de diálogo y de discusiones constructivas; totalmente diferente al que viven en el escenario nacional, por un lado en el Frente de Todos, donde el presidente y la vicepresidenta están peleados a la vista de todos; y también en Juntos por el Cambio donde esta semana mostraron profundas disputas por el poder y los cargos. Por un lado se rompió el bloque radical de diputados nacionales ya que hay fuertes cuestionamientos contra la presidencia del cordobés Mario Negri, quien lleva su quinto ejercicio consecutivo como diputado nacional. Justo de ese lado se puso el misionero Martín Arjol, en el sector que está recibiendo todas las críticas. Y por otro lado hubo una dura pelea en el Comité de la Juventud donde se tiraron vasos con agua. A eso se suma un cruce que casi llegó a las piñas entre Martín Lousteau y Gerardo Morales.
Entre la gente empezaron a correr apodos despectivos que reflejan el malhumor social: “juntos por el cargo” y “frente de poquitos”. La grieta causó eso: hartazgo.
En Misiones la oposición completa votó por Carlos Rovira para continuar en el parlamento, destacándose por unanimidad el trabajo realizado este año, donde se aprobaron 91 leyes, de ámbitos como la salud, la educación, innovación tecnológica, economía, producción, generación de empleo, entre otras. Además el hecho de que la mitad de las leyes aprobadas fueron de diputados opositores, lo que resalta la convivencia y el diálogo constructivo.
“La Legislatura está siempre abierta porque somos servidores de los misioneros”, indicó Carlos Rovira al ser reelecto como titular del parlamento. Acto seguido se encargó de realzar el trabajo conjunto del gobernador Oscar Herrera Ahuad y del vice Carlos Arce. Así como la presencia del otro poder del Estado, en la figura de la dra Rosana Pía Venchiarutti.
Llegando diciembre y con el clima social que se vive a nivel nacional, creciente pobreza, inflación, protestas sociales, disputas políticas; a muchos les hace recordar la crisis social y política vivida hace 20 años atrás, cuando un gobierno de la Alianza, compuesta por radicales y partidos de la derecha, similar a lo que hoy es Juntos por el Cambio, abandonó el poder en medio de muertes, corralito, desempleo y caos. Un misionero accedió a la presidencia en aquel entonces pero duró cinco minutos y abandonó, echando a perder una oportunidad histórica para equilibrar el reparto de recursos y beneficiar a nuestra provincia. Le entregó el poder nuevamente al caudillo bonaerense Eduardo Duhalde.
Este tiempo tumultuoso a nivel nacional, encuentra a Misiones de pie, transitando otro camino, dejando atrás experiencias negativas como la entrega de la coparticipación en los años 80 o el hecho de vivir de la venta del patrimonio o del endeudamiento, sin otros logros como en los 90. Ahora Misiones se abre paso con logros propios y pensamiento propio. Con ideas innovadoras, de vanguardia, que se van materializando a fuerza de trabajo y voluntad. Mucho tienen que ver en esto el intenso trabajo que hacen el gobernador Herrera Ahuad y el intendente de Posadas, Lalo Stelatto, quienes tienen aprobación superior al 80% en su gestión por parte de los ciudadanos.
Incluso para el comercio posadeño, que siempre fue un sector distante del frente renovador, esta etapa de la historia es altamente positiva. El miedo a la reapertura del puente se fue disipando lentamente con los precios de Encarnación por las nubes. Sucede al contrario, atraídos por la nafta que cuesta la mitad de precio, se está dando cada vez más fuerte la presencia de un aluvión de paraguayos comprando en los comercios de la ciudad. Lo mismo ocurre en Puerto Iguazú con los brasileños. Con lo cual, el sector comercial que temía por la reapertura del puente termina con altos niveles de satisfacción por las ventas.
En el plano cultural, la gestión municipal logró hacer brillar como nunca antes el tradicional festival del Litoral, que se ubicó al mismo nivel que Cosquín, con grandes actuaciones y un anfiteatro colmado todas las noches. Hubo reconocimientos nacionales de los medios y especialistas en cultura. Justamente, era un ámbito difícil para la Renovación que desde la flexibilización de la pandemia lo han sabido llevar de la mejor manera. Después de este año, Cosquín y la Fiesta del Litoral pasan a formar parte de la agenda nacional de festivales trascendentales.
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