Las niñas victimas de un hecho de violencia en Pozo Azul hoy están de nuevo en la escuela y pasaron de grado. La contención de la familia, la escuela y el amor de los docentes lo hicieron posible. Desde que el CGE designó una docente domiciliaria se inició un proceso gradual para contenerlas y puedan salir adelante, junto a su familia.
Sobreponerse a la adversidad y salir adelante no es fácil, sobre todo cuando nos referimos a niños o niñas. A inicio de este año, en una localidad de interior, mas precisamente Pozo Azul dos niñas fueron victimas de hecho de violencia que fue de público conocimiento y generó la indignacion de toda una comunidad y la provincia.
El primer paso fue lograr que las niñas puedan volver con su familia y a su casa, luego vendría el resto. En este sentido, el CGE dispuso una docente domiciliaria , con el único objetivo de contenerlas y acompañarlas en el proceso de recuperación.
» Tuvimos a inicios de este año que trabajar de una manera distinta, dos de nuestras alumnas sufrieron un hecho de violencia, el derecho a su integridad como persona fueron vulnerados. Ante esta situación, desde el CGE se dispararon los procedimientos a fin de brindar contención a la familia y alumnas, y garantizar el derecho a que puedan continuar estudiando desde su casa con la designación de una maestra domiciliaria. La docente iba a la casa de las niñas, a fin de asegurar que no interrumpan el proceso de aprendizaje, además de brindarle contención», explicó Omar Ardth supervisor rama primaria del departamento de San Pedro.
Al respecto Andrea Oporto, «su maestra domiciliaria», como dicen ellas comentó: «asumí ese rol, a pesar del contexto terrible y la situación de las niñas, entendí que debía estar allí, esa era mi función en ese momento, y aprendí mucho. Tenia dudas, pero preguntaba y el equipo de docentes y directivos siempre me apoyó, se trabajó los mismos horarios y días de clases, de forma gradual, adquiriendo confianza y logrando que las niñas puedan avanzar, cada paso que daban era todo un logro», remarcó.
Por otra parte, la Directora de la Escuela, Raquel Stelter, contó que desde la escuela se trabajó en forma coordinados con el CGE y la familia. «Realmente como institución nos sentimos apoyado y acompañados, se puso mucha dedicación ya que debiamos lograr que las niñas, desde su casa puedan continuar estudiando. También uno de los hermanos que se encontraba en sexto grado pudo pasar de año a mitad de este ciclo lectivo y hoy se encuentra hoy culminando el 7mo grado, precisamente como para acompañar a su hermana en el inicio de la secundaria el año que viene. Por eso trabajamos acorde al contexto y teniendo en cuenta todo lo que pueda ayudarlas a sentirse mas contenidas por sus familias en cada etapa que les toque transitar», explicó.
LA ALEGRÍA DE VOLVER A LA ESCUELA Y PASAR DE GRADO:
A pesar del difícil momento, la familia también recibió, en simultaneo con el CGE, apoyo desde salud y acompañamiento psicológico para que puedan salir adelante.
Al respecto el supervisor Omar dijo que hoy finalizando el ciclo lectivo desde la escuela y junto con los docentes ven como las niñas fueron mejorando. «Podemos decir con gran alegría que las niñas avanzaron, están mejor animicamente, volvieron gradualmente al aula con sus compañeros y docentes que la recibieron de la mejor manera, y nos emociona contar que han pasado de grado, le hicieron frente a la adversidad y pudieron salir adelante, gracias a la familia y un Estado que estuvo presente, al restituir derechos y brindarles apoyo y contención en tan difícil momento», resaltó.
«Al verlas mejorar, volver a la escuela y pasar de grado, me siento contenta por el trabajo realizado y lo que viene, pero sobre todo ellas que son un ejemplo, fueron recuperando su alegría y las ganas de seguir aprendiendo», concluyó emocionada la docente domiciliaria Andrea Oporto.
«Me tocó preparar el regreso de una de ellas, sus compañeritos la recibieron de la mejor manera, con alegría y predisposición, le buscaron un lugar en el aula y la ayudaron a integrarse. Como docente y ser humano me pone contento verlas avanzar, ver a la familia y a ellas salir adelante nos hace muy felices», comentó el docente Denis Quintana.
Finalmente Marcelino, el padre de las niñas, quiso compartir sus emociones al verlas hoy en la escuela compartiendo de nuevo con sus compañeros. «Estoy emocionado y feliz, agradecido a todos, comenzando por la maestra, las autoridades, nos apoyaron y acompañaron todo este tiempo. Me ayudaron también para tener hoy un trabajo estable y así darles mas contención a mi familia, todo eso nos ayudó a salir adelante. Mis hijas están de nuevo en la escuela, pasaron de grado pero sobre todo están saliendo adelante, quieren seguir estudiando, tienen ganas de jugar, compartir y siguen mejorando, estamos felices y agradecidos», concluyó.
Miguel A. Arce – Prensa y Comunicación Concejo General de Educación
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