En vísperas de la discusión en la Cámara de Diputados sobre la ley para fomentar la música folclórica en la infancia y juventud, Nora Urdinola, destacada bailarina y coreógrafa, reflexiona sobre el impacto de su labor y la trascendencia del festival del Litoral.
A pocos minutos de ingresar al recinto de la Cámara de Diputados, Nora Urdinola compartió sus pensamientos sobre el marco normativo que busca promover la música misionera y guaranítica entre los jóvenes. Este proyecto tiene como objetivo mantener viva la música folclórica en sus diversas expresiones e impulsar la participación de las nuevas generaciones en este arte, con un enfoque en la identidad local. En diálogo con Mujeres Guacurari en Acción, Urdinola, quien es una de las principales impulsoras del festival del Litoral, destacó su amplia trayectoria como bailarina y coreógrafa.
«Este accionar era necesario, teniendo en cuenta que el área cultural está estrechamente ligada a la educación. Es un trabajo en conjunto que nos lleva a la academización y nos permite acercar este conocimiento a niños y jóvenes», explicó. En esta conversación, también subrayó su extensa experiencia en investigaciones de campo con comunidades guaraníes y su rol como impulsora del movimiento cultural.
En este sentido, su presencia en la sesión de la Cámara de Diputados para sancionar la ley es de suma importancia. «Las cosas pasan en el momento que tata Dios quiere que pasen; es por ello que nos junta», reflexionó Nora. Es relevante recordar que esta normativa, que busca preservar y transferir conocimientos enriquecedores a las futuras generaciones, ya ha sido abordada en numerosos simposios y conferencias en años anteriores. «Durante los primeros años del festival, tuvimos el honor de contar con destacados estudiosos del folclore en nuestros simposios. Figuras muy importantes para la música y la danza visitaron la tierra colorada, siendo el primer presidente el profesor Javier Cura», destacó.
Galardonada con el «Mensú de Oro», Nora es una figura emblemática en el ambiente folclórico posadeño. En 1960, fue designada como primera bailarina de la delegación oficial de la provincia para participar en el primer Festival Nacional de Folclore, celebrado en Córdoba. Además, compartió que la idea de organizar un festival con música del litoral surgió en 1962, tras su participación en el Festival de Cosquín. «Guiada por mi curiosidad y ganas de aprender, observé cada detalle de la organización del festival de Cosquín y trasladé la idea a nuestro evento. Mi profesión me brindó estabilidad e indicó el camino a seguir», comentó.
Para la primera edición del festival, la invitación a artistas como Chaloy Jara y Ernesto Montiel incluía la condición de alojarlos en casas de familias colaboradoras, quienes les brindaban alojamiento y comida. El traslado se realizaba en colectivo o tren. «No había plata, decía yo, lo que hoy me causa mucha gracia», relató con una sonrisa, comparando los dichos del presidente actual con su experiencia pasada.
Además, los organizadores recibieron asesoramiento de Lucas Braulio Areco y contaron con el apoyo del Instituto Ruiz de Montoya, lo que permitió que el evento ganara reconocimiento en la región.
Urdinola también recordó el estreno de la misa criolla de Ariel Ramírez, presentada en el escenario mayor de Misiones, con el coro del colegio Roque González de Posadas. «Fue un encargo del músico a la profesora Nora», precisó.
Para concluir, expresó su satisfacción por ser la única sobreviviente del grupo original de creadores del festival. «Me siento muy feliz por la invitación», concluyó.
Graciela Maidana
Mujeres Guacurarí en Acción
AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
Facebook
Twitter
Instagram
Google+
YouTube
RSS