Las tres I que nombró el gobernador Herrera Ahuad en su mensaje este lunes en la Legislatura reflejan la marcha actual de la provincia: Integración, Innovación, Inclusión. La tríada sintetiza el nivel de maduración que exhibe hoy la fuerza política que fundó Carlos Rovira en 2003. Por aquellos días, en que el país se encausaba luego de la crisis terminal de 2001, era visible que todo estaba por hacerse. En una Argentina que dejaba atrás el derrumbe persistente de la Convertibilidad, un grupo reducido de personas, provenientes de los dos grandes partidos nacionales, liderados por el entonces gobernador de la provincia, unió fuerzas detrás de una consigna inédita: Misionerismo. La disyuntiva, en la visión de estos dirigentes era –y lo sigue siendo hoy- entre seguir reproduciendo los modelos de la partidocracia nacional; recibiendo migajas en el reparto de oportunidades en los momentos de bonanza y sufriendo más que nadie las crisis; o jugarse en una nueva e inexplorada estrategia. La Renovación asumió la segunda opción, en la que el destino de Misiones lo resuelven los misioneros; sin tutelajes, o “capangas”, tal fue la consigna que el orientador del nuevo espacio, oportunamente, hizo circular. Eso ocurría hace más de 20 años, varios de los periodistas de la Agencia de Noticias Guacurarí no habían nacido; como tampoco la provincia agroindustrial, inclusiva y dispuesta a asimilar lo nuevo de las economías del conocimiento, que hoy sienta nuevos precedentes en el país.
La grieta en tono de comedia
Está a la vista, en un marco electoral, y por tanto de análisis, que la semilla de la concordia prendió en la tierra colorada. En los últimos años, el reducido grupo de dirigentes que se decidió a remar contra la corriente en 2003 para imaginar un destino diferente para los misioneros, suma constantes adhesiones, incorporando voluntades de diferentes sectores en base a la coherencia de acciones y proyectos. El ímpetu de la Renovación entusiasma especialmente a los jóvenes y las mujeres, que asumen cada vez más protagonismo, como lo demuestran las listas de la Renovación para estos comicios. De su lado, el presuntamente principal desafiante, Juntos Por el Cambio, involuciona a la vista de todo el mundo, con dirigentes que sólo miran sus intereses personales. La descolorida representación misionera de este sector político está en las antípodas de la Renovación, y lo único que atina es a repetir slogans economicistas de sus referentes nacionales, que ya gobernaron el país produciendo el endeudamiento externo más gravoso e inicuo de la historia argentina. “Todos Juntos siguen trabajando para Milei con notable entusiasmo”, tituló este miércoles un matutino nacional, al comentar la reunión entre los principales referentes de Juntos, el día anterior. “Las candidaturas son el conflicto que domina toda la vida del PRO”, subrayó el medio, el cual comentó que mientras se distribuía una “foto de unidad” tomada en el encuentro, las peleas más sangrientas generan divisiones irreconciliables.
El histriónico economista Milei, autoproclamado candidato de un pseudo liberalismo detrás de la cual se esconde el peor rostro del autoritarismo, se beneficiaría de la guerra de todos contra todos del PRO. “Después de la foto de unidad, que duró un rato, los avatares pasan por la incorporación –dónde no se sabe- de Espert, reclutado por Larreta, para sacarle votos a Bullrich, que a su vez entró en cortocircuito con su protector, Macri”, describe el matutino, retratando la telaraña autodestructiva en que se debate desde hace meses la dirigencia de Juntos, pese a lo cual, algunos dirigentes no dudaron en venir a Misiones a dar consejos.
A corazón abierto
Frente este escenario nacional cruzado por el personalismo y las disputas de la “grieta”; el modelo gobernante en Misiones se consolida como sinónimo de crecimiento con paz social y vocación de futuro. Por definición, sin embargo, el futuro al que se pudo llegar por las decisiones tomadas oportunamente en el pasado, está pasando ante nuestros ojos; y es necesario tanto reconocer lo bueno del camino transitado, de la mano del ciclo político renovador, como entender lo que sigue. Esa es “la Gran Suma”, que se propone hoy. En la definición del futuro que se viene, el propio conductor y presidente de la Cámara adelantó algunas pistas: “Hoy más que nunca creo que el poder está en la gente, en el misionero profundo de las colonias y parajes más alejados”, dijo Rovira en el marco de la inauguración del nuevo edificio de Sílicon Misiones. No es casual, tampoco, que nombrara a los más humildes justo en ese ámbito. Es que el desarrollo no alcanzará su objetivo último si no es a través de la inclusión de todos los misioneros, sin distinciones. Y el objetivo se logrará a través de la tres I: integración económica, cultural y territorial, innovación tecnológica y de los procesos productivos, e inclusión social, que mencionó el gobernador. Muchos en la ANG, que recorren a diario los caminos y picadas de la tierra sin mal, saben por experiencia de qué se trata. Cómo “hacer que lo bueno siga creciendo”. No sólo depositar el voto por la fórmula Passalacqua-Romero Spinelli en una urna. Se trata de participar. Seguir remando a corazón abierto, desde todos los ámbitos, en la construcción política misionerista.
Redacción: Agencia de Noticias Guacurarí
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