El escritor Miguel Ángel Ferreyra nació en la ciudad de Posadas, provincia de Misiones. Forma parte de la Sociedad Argentina de Escritores filial Misiones (SADE).
Miguel Ángel Ferreyra cursaba la escuela técnica dónde era considerado el distinguido de las redacciones. Allí comenzó a pulirse como escritor y a incursionar el camino de la literatura, a quién la describe como «aquella musa que traspasa la puerta cerrada de su estudio y lo invita a expandir su mente para conjugar fantasía y realidad».
Entrevista al escritor Miguel Ángel Ferreyra.
¿Cuándo comienza a incursionar en el mundo de la literatura?
Siempre me cuesta decir cuando empecé, yo creo que lo mío se dio por tener una biblioteca muy grande alterna dónde veía que había tomos de grandes escritores, grandes discursos y que era un lugar de lectura pero como era antes. Cada casa tenía su biblioteca y había mucha literatura y creo que inconscientemente se me fue metiendo eso en la cabeza, hasta que empecé a hacer pequeñas memorias, escritos, redacciones, allá por el secundario. En si en la escuela me decían que, yo estudié en la escuela técnica, y decían que mi perfil no encajaba por la manera de hacer las redacciones y todas esas cosas, pero yo no lo tomaba en cuenta.
¿Cómo era esa manera de hacer las cosas, que tenía de diferente a ser parte de ese perfil?
La escuela de oficio es todo física – matemática y yo más me distinguía en la historia de la literatura, ahí se me fueron dando las pautas. En realidad, los profesores siempre estaban atentos a las redacciones de todos los alumnos y, a mi me decían que era el distinguido de ahí, alguien se me acercaba siempre a decir porque no me iba a otro colegio pero era por la manera de ser de uno. Y ahí los profesores me empezaron a acercar libros, eran todos de literatura que a mi me encanta la verdad y ahí empecé a vislumbrar más o menos algo, lo que es el «volar por ahí», estar en otra mente. Después en una oportunidad publiqué alguna obra y había mucho interés, en aquella época sentía la necesidad de leer muchos diarios, mucho periodismo y una vez un diario de la capital llamando a que envíen las obras de todo el interior, que me acuerdo que decía para reconocer a lo escritores ocultos, diario de la capital federal. Había una necesidad de ellos de saber que pasaba. Envié mi obra y al poco tiempo fui convocado por una editorial.
¿Cómo se llamaba su obra?
«Memoria». Yo hacía una especie de redacciones de lo cotidiano, entre lo cotidiano y real metía una fantasía. Fantaseaba mucho con la plaza desierta, con los vagos que aparecían a la noche.
¿Y cómo eran esos momentos en los que dedicaba a escribir? y ¿Cuáles son esos condimentos que tiene que tener esa ocasión?
El condimento a veces uno lo tiene metido por ahí en el subconsciente. Lo mío era fantasear, yo me sentaba en la mesa a la noche y decía que la musa traspasaba la puerta que estaba cerrada. A parte la lectura era una de mis afecciones mas fuerte y la redacción también, era uno de esos redactores de carta. Me acuerdo cuando estaba en el servicio militar, habré enviado quince cartas mensuales a casa cuando estaba afuera. Me encantaba escribir y contar cosas. Y eso era una especie de aislarte y a parte de eso hacer conocer el medio donde yo estaba. Después me dediqué a leer y luego a hacer talleres literarios, también a leer otros escritores, muchos maestros literarios importantes.
En aquella época me acuerdo que se viajaba con facilidad a la capital, la verdad que nunca tuve aspiraciones de figurar, lo que me interesaba era ver y escribir, y ver que era lo mío, como se encajaba. Y ahí empecé a leer, personalidades importantes se acercaban a ver lo que uno estaba haciendo. Entre ellos estuvo Víctor Hugo Veedero distinguido de la armónica de la Plata con quien tuve una amistad muy interesante cuando vino a instalarse acá en Posadas a hacer su obra, de gran escritor y musico. Nos juntamos a redactar algo y creo que eso fue lo que me fue puliendo a ser lo mas exigente.
A diferencia de toda clase de literatura que conoce, ¿Cómo define o como es la literatura misionera?
La literatura Misionera es por una parte muy descriptiva, hay mucha definición, lo veo. Hay mucha gente que ama a su provincia, hay gente que plasma muy bien los paisajes nuestros y todo lo que tenemos, y de ahí surgen muchos personajes interesantes. Lo tenemos a Raúl Novau que es para uno de los mayores compositores de la literatura nuestra, a parte de ser un gran dramaturgo. Creo que es uno de los referentes mas importantes que tenemos a parte de Teo Barrios de la ciudad de Eldorado. En un momento fue también Marcelo Moreyra, toda esa gente que habla de la provincia, del interior, a parte es una literatura muy interesante, muy amplia con uso del lenguaje muy especial también, esa es otra de las premisa que se tiene. Lo que uno exponga, lo que uno de a conocer tenga premisa interesante. No ir a lo cotidiano vulgar sino que reprima mas, al menos a mi me hacían esa clase de observación y, ahí uno se va moldeando. Hay algunos que tienen escuelas de ciertos escritores, otros que tienen cierto sentido de la palabra y otros que tienen la palabra muy interesante y muy elevada. Y uno trata de estar entre ellos pero la literatura misionera es muy requerida en capital federal y todos los ámbitos. Yo soy de viajar mucho y a veces invito a mucho gente y llevo sus libros para que sea escuchada y se leída. Y ahora está dentro de mis funciones en la SADE Misionera el colectivo del lector turístico. Exponen nuestra obra en todos los hoteles de la provincia. Empezó por una idea, se plasmó esa idea y creo que ahora vamos por la sexta gira por el interior de la provincia para que los libros se lean, más allá de todas las ferias que habrán por delante en Oberá, Eldorado ya estamos preparando nuestra obra literaria e invitando a todos los escritores a concurrir.
¿Qué significa para usted la literatura?
La literatura para mi fue una especie de aprender cada día una cosa, uno abre un libro y encontrás un universo diferente ahí adentro. Uno empieza a leer una obra y se mete en un mundo diferente. A veces yo digo: «lo que pasa que yo te miento mucho, lo nuestro es mentir, lo que yo escribo es mentira». La gente se ríe porque cree, lo que uno escribe existe en la mente. Cuando uno empieza a escribir la mente empieza a funcionar de una manera que hay veces que vos decís de dónde salió esto. Yo le hecho la culpa a la musa que traspasa la puerta de mi estudio cuando yo estoy encerrado ahí. A veces no tengo nada que decir o que expresar y de golpe se te viene. No tengo metodología de trabajo, no soy esos que dicen me levanto a las siete y escribo hasta las nueve. Lo mío es, por ahí, no te voy a escribir en quince días, y en quince días por ahí se aparece algo y empiezo a redactarlo; creo que la mayoría de los escritores.
La literatura para mi es una fuente de conocimiento para abrir la mente, te enseña a pensar, visualizar y ver lo que hay más allá. El que crea es porque la literatura anterior que ha leído se ha quedado ahí, te da la herramienta y vos tenés que hacerte cargo de crear. Es traer del libro lo que estas viendo afuera, eso es lo mas interesante que hay para mi.
Algunas de sus obras y menciones.
-Integrante Grupo Literario Misioletras. 2003. Posadas
-Antología poetas y narradores. Arg. 2003. Edit de los 4 Cientos. Cap. Federal.
-Antologías I y II. Poetas Argentinos 2004-2005.
-Arandú Roga. Feria Municipal del Libro 2007.
-Vencejo de Plata. Puerto Iguazú 2008.
– Antología El Decir Textual. Edit De los Cuatro Vientos. 2008. Cap. Federal
-Miembro de Honor. Grupo Todas las Sangres. Latinoamericano. Lima. Cuzco-Perú. 2009
-Poemas traducidos al Catalán. Mel-Tissocco. Cap. Federal 2011.
-Libro Sentires a Ras de Piso. Recopilaciones y Relatos. Sin edit. 2020
-Delegado de Paz IFLAC 2020.
-Secretario SADE Misiones desde el 2019 hasta la actualidad.
-Antología Poetica Treinta Años de Poesía. Edit Tres Más Uno.
Mechy Ramirez
ANG AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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