Cada uno le da su propio toque al mate: dulce, amargo, con yuyitos… ¡es el compañero perfecto para charlas, estudios o viajes! Porque el mate, más que una bebida, es una experiencia que compartimos.
Para los guaraníes, la yerba mate era un vínculo con la naturaleza, pues al beberla sentían que tomaban la selva misma. El árbol de la yerba era el árbol por excelencia, considerado un verdadero obsequio divino.
Los conquistadores españoles, asombrados por la energía de los nativos, adoptaron la tradición de tomar mate y lo llevaron por todo el Virreinato del Río de la Plata, donde su consumo se expandió rápidamente.
En el día nacional del mate, y para celebrar, prepara un buen mate y compartilo como más nos gusta y con quien más quieras.
Fabián Conil Eco Radio 107.5 San Ignacio
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