Muy próximos a celebrar la festividad del «Corpus Christi» y recuperando la ceremonia de procesión como en tiempos jesuíticos desde el municipio comparten el programa completo para el día 16 de junio de 2022. Además la Mgster Estela Garma acercó un relato recopilado por medio de las investigaciones museológicas, donde se rescata el testimonio en las Cartas Anuas sobre los pueblos del Paraná y Uruguay de un suceso sorprendente acaecido en el antiguo pueblo reduccional, en el transcurso del S. XVII. Con base en la fé y el misticismo propio de la celebración.
Milagros en la Celebración del Corpus?
“Tiene este pueblo el nombre del augustísimo sacramento, y así se comprende que el Señor sacramentado quiso dar una señal de su real presencia bajo la forma de pan. El día de Corpus habían venido los indios en masa a recibir la santa comunión. Junto con ellos venía una india enferma, que no pudo comulgar aquel día por su estado de salud, (…) Sin poder hacerlo ella. Dirigióse a la santa hostia expuesta para la adoración y a pesar de ser muy sencilla, dijo con una inteligencia desacostumbrada: ‘Ya sé que siendo yo una criatura miserable, no merezco recibirte hoy, y me doy cuenta además por qué no puedo acercarme hoy a la sagrada comunión, siendo tan indigna, aunque no me acuerdo de un pecado grave que no quisiera cometer por toda mi vida’.
Así se expresaba esta buena india, cuando de repente vio salir de la sagrada hostia, rayos más resplandecientes que el sol que, esparciéndose por la colgadura del fondo del altar, alumbró la estatua grande allí colocada, que representaba a Cristo Nuestro Señor con la sagrada hostia en la mano. (…) Todo parecía bañado en oro deslumbrante.(…) Quedó ella tan llena de respeto hacia la divina majestad y con tanto desprecio de sí misma, que sólo se atrevió a recibir el Santísimo Sacramento, cuando el padre la animó, recordándole la bondad de Dios y otros motivos de confianza y mandándole que comulgase en la octava de la fiesta.
En ese día, a la hora de la reserva del Santísimo, mientras el coro cantaba los últimos versos del himno eucarístico, vio la misma india la Santa hostia convertida en un hermosísimo niño, y volvió a su anterior forma después de haber dado el sacerdote la bendición sacramental con la custodia. Aquella mujer sacó de esto una fe muy viva, sentimientos de gratitud para con Dios y un sincero recogimiento de alma, señales estas de que no había habido alucinación.”
Prensa Municipio de Corpus Christi
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