
La Península del Teyú Cuaré en San Ignacio es un lugar único en el mundo por sus especies vegetales endémicas.
Las reservas privadas y provinciales que allí existen conservan especies que únicamente nacen crecen y se desarrollan en esa parte del mundo, muchas de estas especies están amenazadas de extinción a causa, entre otros factores, de la invasión de especies exóticas, fundamentalmente pastos de origen africano de rápida reproducción y crecimiento.
Por lo antedicho se hace extremadamente necesario erradicar estos pastos exóticos a través de la extracción manual y con herramientas del pasto con sus rizomas. El continuo trabajo de los guardaparques de la Fundación Temaikén que protegen la Reserva Privada Osununú junto a los guardaparques del Parque Provincial Teyú Cuaré, personal de la reserva Tenondé, guardaparques nacionales y con el apoyo de fuerzas federales, llevan adelante constantemente el arduo trabajo de erradicar este tipo de especie invasora.
Es necesario destacar que, para una eliminación total de los pastos, sus semillas y rizomas se procede a una trituración exhaustiva para luego compostarlo y transformarlo en abono, trabajo realizado por el vivero orquídeas del Teyú Cuaré.
Jerónimo Torresín es Coordinador del Programa Selva y Pastizal en Fundación Temaikén, y ante la consulta de la ANG explicó que “básicamente lo que se está haciendo ahora es preparar el terreno para trasplantar nuevos individuos de especies endémicas replicadas en el vivero de la Reserva Osununú. En todo ese sector existen especies endémicas, que son únicas para el mundo, hay ocho especies, y tenemos tres especies de pastos exóticos de origen africano, que están invadiendo y poniendo en riesgo la supervivencia de estas ocho especies de plantas endémicas. Ya hemos realizado el trabajo de replicación y ahora hacemos algunas plantaciones a modo de refuerzo poblacional de estas endémicas”.
Y completó diciendo “por todo esto estamos preparando el territorio para que sobrevivan, las que ya plantamos y haya buenos lugares, sin esas amenazas tan directas, para plantar las nuevas endémicas, porque estas pasturas exóticas lo que hacen es competir con las nativas endémicas, las terminan tapando, asfixiando y al final matando”.
El trabajo es exhaustivo e interinstitucional, al respecto Torresín expresó “entonces estábamos participando junto al Ministerio de Ecología de la provincia, la Administración de Parques Nacionales, Gendarmería Nacional Argentina, la Fundación hábitat y Desarrollo con la Reserva Tenondé y el Club de Río, ya que también en esas áreas privadas también estamos haciendo lo mismo en distintos momentos del año”.
El destino de esos pastos extraídos con el rizoma es de fundamental importancia, sobre lo que el Coordinador del Programa Selva y Pastizal en Fundación Temaikén comentó “las pasturas que se sacan de ahí se llevan al vivero de orquídeas del Teyú Cuaré para pasarlo por la trituradora y convertirlo en abono, entonces a nosotros nos sirve porque esas pasturas que se van sacando podrían, son un problema porque hay que terminar tratando de que mueran y de que no vuelvan a crecer en ningún lado, entonces al pasarlas por la chipeadora nos facilita el trabajo de la disposición final del material que vamos sacando”
Fabian Conil – Eco Radio 107.5 – San Ignacio
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