
La vida en Buenos Aires le reveló una verdad incómoda: muchas injusticias cotidianas eran el resultado directo de decisiones políticas, o de su ausencia. Esa conciencia fue el motor de su compromiso. Hoy, con una sólida trayectoria en comunicación institucional y política, la licenciada en Ciencias Políticas Irina Bondarenco se postula para el Concejo Deliberante de Posadas, por el sublema Mejor Ciudad, con una agenda centrada en juventudes, cultura y equidad de género.
Del Congreso de la Nación a los barrios
Su recorrido empezó como pasante en el Congreso de la Nación, donde comprendió el impacto real de las leyes. Luego trabajó en campañas, estrategias de comunicación y gestión pública. Al volver a Posadas, se sumó a la Renovación y volcó su experiencia en proyectos comunitarios: talleres de escritura para jóvenes, visibilización de talentos locales y participación en medios.
Tres ejes, una visión
Su propuesta para Posadas se apoya en tres pilares: cultura como motor de desarrollo, educación y contención para jóvenes, y participación activa de mujeres en la vida pública. Desde el Concejo, busca impulsar políticas con presupuesto y llegada efectiva al territorio.
Juventudes y empleo: una prioridad
Propone capacitaciones, incentivos al primer empleo y fortalecimiento del ecosistema emprendedor juvenil. También proyecta un Banco de Herramientas y circuitos turísticos culturales como motores de inclusión y trabajo local.
Más mujeres en espacios de decisión
Cree en el liderazgo femenino barrial y apunta a programas de formación, redes de apoyo y concursos que reconozcan el talento creativo joven. “Posadas tiene una generación que necesita ser visibilizada y acompañada”.
Comunicar para transformar
Consultora, docente, escritora y coordinadora regional NEA de ASACOP, cree en la política como herramienta transformadora. “Desde el rol de concejala se puede escuchar y actuar desde el territorio. Esa cercanía es clave para construir soluciones reales”.
Una ciudad con voz de mujer
Para esta candidata, construir una Posadas más justa también implica garantizar que las mujeres —de todas las edades y territorios— tengan voz en los espacios donde se deciden las políticas públicas. “La mirada femenina enriquece la gestión. Tenemos otra forma de escuchar, de cuidar, de hacer política. Y esa forma merece ser parte de la toma de decisiones”.
Graciela Rojas
Proyecto Mujeres Guacurarí en Acción
AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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