
En este nuevo período, la institución se propone seguir enfrentando los desafíos del siglo XXI con innovación, creatividad y tecnología. Desde la integración de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y la realidad virtual, hasta la necesidad de abordar temas como la sostenibilidad, la igualdad de género y la inclusión social, la escuela busca consolidarse como un referente en educación.
Rocío Quiroga, rectora suplente del establecimiento que funciona en Posadas, fue entrevistada por la ANG y declaró:
«Empezamos el ciclo 2025 con una mañana muy agitada, ya que todos los miércoles del año tenemos nuestra reunión institucional con todos los docentes de la casa, de ambos turnos. Fue una charla amena sobre cómo vamos a trabajar este año, con tips e ítems que consideramos importantes para el inicio. También repasamos qué objetivos queremos plantearnos para este año.
El mayor desafío que tenemos a corto y mediano plazo es poder continuar con la expansión de la escuela, ya que el edificio nos está quedando un poco escaso. Hay planes de obra, así que eso nos tiene bastante emocionados y con entusiasmo, porque siempre un espacio nuevo da pie a que algún profe quiera hacerle alguna mejora o retoque. Tenemos murales en algunas paredes de la escuela, así que cuando se genera un espacio nuevo, ya estamos pensando en qué tipo de intervención artística se puede hacer».
Respecto a la diferencia con la educación en una escuela tradicional, Quiroga explicó:
«Más que nada, la diferencia está en la manera de enseñar y aprender dentro del aula, mediante los distintos formatos curriculares que ofrece la escuela. Acá no hay materias convencionales como lengua o matemática, sino que se trabaja de manera interdisciplinaria. Es decir, varios espacios confluyen en un formato que se llama Campus o en un MAI (Módulo de Aprendizaje Integrado), donde varias disciplinas trabajan de manera conjunta y aportan sus perspectivas para abordar un tema desde diferentes enfoques.
El aula es muy dinámica, con mucho movimiento y protagonismo de los estudiantes. El aprendizaje es participativo, los alumnos son protagonistas y tienen un rol activo en el proceso educativo. Esto les brinda otras motivaciones para percibir la educación en el día a día».
Además, egresar de la ESIM les proporciona a los jóvenes un perfil más acorde a las demandas actuales del mercado laboral. Quiroga detalló:
«Las herramientas están pautadas desde que se diseñó el proyecto de la escuela. En quinto año, los estudiantes comienzan con prácticas profesionalizantes en el segundo semestre. Realizan pasantías en distintos organismos de Posadas, donde pueden aplicar los conocimientos adquiridos en el ciclo orientado. En nuestro caso, tenemos un solo quinto año, que es bachiller en informática con especialidad en robótica. Este año 2025 será nuestra cuarta cohorte.
Los estudiantes se forman en programación, diseño web y trabajan con impresoras 3D, además de utilizar distintas herramientas y aplicaciones de diseño y programación. A través de las pasantías, pueden aplicar estas competencias en situaciones reales y aportar valor a los organismos donde realizan las prácticas».
Actualmente, la Escuela Secundaria de Innovación cuenta con 421 estudiantes entre el turno mañana y el turno tarde.
«Estamos muy felices y con muchas expectativas. Atendemos a las demandas edilicias y también a los padres de los ingresantes, que están muy entusiasmados con el traspaso de la escuela primaria a la secundaria. Ver a los chicos con sus caras emocionadas nos llena de satisfacción», concluyó Quiroga.
La Escuela Secundaria de Innovación se propone ser un modelo de excelencia educativa, donde los estudiantes puedan desarrollar habilidades y competencias para enfrentar los desafíos del presente y el futuro.
Silvia Serafín – Oberá
ANG AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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