Por Fernando Retamozo. Politólogo y Periodista.
El fuerte llamado de atención de la sociedad al gobierno fue tomado con altura y con autocrítica, además ayudó a fortalecer el espíritu de servicio a los misioneros, dando como primer resultado acuerdos positivos que dejaron conformes a todos los trabajadores de todos los sectores. Ahora la consigna que baja para todos los funcionarios es clara: recorrer, escuchar y solucionar.
En el discurso que pronunció el 19 de noviembre de 1863, en el lugar donde se llevó a cabo la batalla de Gettysburg, Abraham Lincoln estableció a la democracia como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, siendo el mejor sistema para la lucha por la igualdad de todos los hombres ante la ley.
Si la democracia es el gobierno del pueblo y para el pueblo, si el pueblo es quien concede el poder a través de un proceso electoral donde los ciudadanos acuden a las urnas de una manera libre y plural, con extensas garantías constitucionales, entonces, el que gobierna es el pueblo, pero en gobiernos representativos como es el caso del sistema argentino, es a través de sus representantes.
El pueblo le ha dado el poder a la Renovación Neo para que gobierne, enfrentando todos los escollos que supone el ejercicio pleno de sus funciones, y por eso lo está haciendo, atravesando todas las dificultades, superponiéndose a ellas y buscando cumplir con su único fin que es el bienestar de los misioneros.
Por ello, luego de un mes que se puso a prueba la capacidad de gestión, diálogo y resolución de conflictos del gobierno provincial, volvió la calma, la armonía y la paz, como desean todos los ciudadanos misioneros, con el agregado de tener numerosas y expectantes actividades durante el fin de semana donde sobresalió el rally nacional con una imponente convocatoria de visitantes de toda la región.
Las líneas de acción emanadas desde la Conducción y las que pretende el Gobierno, el Gobernador de Misiones, el Vicegobernador y todo el equipo del ejecutivo, sin dudas han tenido un fuerte llamado de atención y de reflexión de la sociedad que, en su conjunto los puso en alerta por los conflictos en torno al reclamo salarial.
Los estados de ánimo caldeados y toda la furia desencadenada fueron casi inesperados y muy tempranos, pero fueron bien tomados para la reflexión, con altura, con autocrítica, redireccionando en el fortalecimiento del espíritu de servicio al misionero de parte de los funcionarios provinciales.
Todo eso se ve reflejado en una profunda revisión autocrítica, un análisis y sobre todo una humilde evaluación de lo que el misionero exige, ordenando desde la cabeza hacia el último funcionario del gobierno que se trabaje intensamente en dar respuestas y soluciones.
El resultado fue la coronación de acuerdos positivos que dejaron conformes a todos los trabajadores misioneros de todos los sectores.
Se actuó con firmeza, pero con humildad. Con audacia y sin temor. No le tembló el pulso a la mano de la conducción ni del ejecutivo, pero le sobró escucha activa para atender todos los reclamos.
Ahora la consigna que baja para todos es clara: recorrer, escuchar a todos y solucionar.
Un incendio que se apagó, que es casi natural en el contexto de crisis económica nacional, no significa cambiar destino y la gestión intachable que viene llevando el Frente Renovador de la Concordia y que es reconocido por el pueblo misionero cada vez que se plebiscita en las urnas la evaluación.
En esta línea, en los próximos días estará depositado el aguinaldo, una tremenda inyección de dinero que recorrerá e inundará los comercios, la industria, la producción y reactivará el círculo virtuoso de la economía.
Tanto intendentes como la provincia ya cuentan con los fondos para el aguinaldo.
La solución de los conflictos no puede dejar de lado algo muy importante, sería un grave descuido dejar que el grueso de la educación se centre únicamente en una demanda salarial.
No se planteó otra cosa que ¿cuánto vamos a ganar? No fue un reclamo “por la educación”, fue un reclamo “por sueldos”.
Misiones tiene el campo de la educación ganado con la robótica y la educación disruptiva. Los sectores más radicalizados de la protesta son los más alejados de la innovación que acompaña la provincia: no pisaron jamás la escuela de robótica, no conocen la educación disruptiva.
Por Fernando Retamozo. Politólogo y Periodista.
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