
En otra edición de Puentes Literarios hablamos con el escritor posadeño Osvaldo Mazal, quien se graduó de Ingeniero en la UBA. Estudió la licenciatura en Letras y posteriormente realizó la Maestría en Semiótica en la Universidad Nacional de Misiones. Condujo el programa radial literario “Cronopios” por FM Universidad, ganador de cuatro premios Martín Fierro.
“Desde chiquito empecé con historietas cuando apenas sabía escribir, después escribí poesía y así fue hasta ahora. Y luego me metí con la narrativa ya más grande, y la verdad que ahora estoy muy entusiasmado con eso”, expresó el autor, Osvaldo Mazal.
“Yo escribí tres novelas, estoy empezando la cuarta y cada vez que escribí una novela te metes en ese mundo y es como que ese mundo absorbe tu vida en cierta medida, todo lo ves con el color de esa novela que estas escribiendo. Así que es una experiencia que recomiendo que quien alguna vez escriba lo intente, vale la pena”.
Mazal obtuvo el primer premio en la categoría Novela, en el concurso organizado por el Fondo Nacional de las Artes, edición 2014. La novela de Mazal se titula “Darwin poeta”. La historia cuenta el hallazgo por parte del narrador, de un libro verde en el que su padre ya muerto anotó alguna vez una pregunta por el “verdadero” Darwin (¿poeta, golem?), a partir de lo cual se desarrollan varias historias paralelas.
«Darwin poeta me había parecido una idea original. El era naturalista que iba en ese barco y pasaron por Argentina y se queda bastante tiempo en cada lugar que iban relevando la geografía, las especies de la flora, la fauna, etc. Y yo viajando por el sur en el auto con mi familia, no tenía mucho que hacer en ese viaje, todos dormían, y se me ocurrió la idea de Darwin en la Argentina enamorándose de una mujer que me apareció como India, después quedó como mestiza en mi novela y haciéndose poeta. Y a partir de ahí arrancó la novela. Cuando estaba empezando a escribirla se murió mi papá que era ingeniero agrónomo y tenía muchos libros de botánica, de economía, etc. Y no sabíamos que hacer con muchos de los libros y vimos de donárselo a alguien que decidiera y uno de sus libros fue a un amigo mío que es botánico y me interesó. Lo vi en un libro donde trataba de una reunión de un congreso de Ciencias Naturales en la Rusia de 1948 y ahí se me ocurrió la idea de que podía haber un congreso que tratará sobre Darwin, en vez de ser de ciencias naturales en general. Y metí un par de personajes rusos que no eran naturalistas, sino que eran teóricos de la literatura. Yo di teoría literaria en la Universidad, conocí a esos autores, los convertí en otra cosa. Entonces ahí mi novela se armó un poco con esas dos dimensiones que no tenían nada que ver entre sí y se armó toda una trama en la que además de los rusos vino mi padre que era el dueño de ese libro», relató el escritor.
Osvaldo Mazal se refirió a la complejidad a la hora de escribir una novela. “Yo creo que sí, es difícil, digamos que tradicionalmente se ha planteado que la costumbre en la poesía es la condensación del lenguaje que se da y etc. Hay otro que dice que en la narración lo más difícil es escribir un buen cuento, puede ser. Pero yo creo que lo que tiene la novela y el tiempo, la energía, uno le tiene que dedicar a una novela, entonces uno tiene que convivir con eso. En mi caso, yo he escrito novelas largas. Estás uno o dos años escribiendo, quizá un tiempo antes todavía pensándola como me pasa ahora con la cuarta. Y hay que saber que va a ser una parte importante de tu vida durante un plazo de tiempo considerable, eso, por un lado. Y segundo, bueno, yo creo que tenés que leer mucho para todo, no solo para decir «no era bueno para escribir poesía». O sea, esa idea que tienen algunos de que hay cosas que no leo para que no nos genere una influencia, eso me parece una barbaridad. Uno tiene que leer, tiene que entrenarse siempre, tener un espacio para eso y si escribes una novela, mucho más obviamente”.
Y, agregó «actualmente estoy escribiendo, empecé esa novela y tome notas, generalmente tomo algunas notas, voy a escribir algunas ideas para esa cuarta novela. Yo tengo dos publicadas y una tercera que esta inédita. Y esta no sé cuándo la terminaré. Yo voy escribiendo relatos y poesía siempre, por ahí voy a editar poesía y ahora estoy pensando justamente en contar cosas que tengo ahí abandonadas. A veces hay que dejar reposar también las cosas que uno escribe, no entusiasmarse con la primera versión”, aseguró.
El escritor brindó su opinión sobre la literatura misionera. “Por suerte es bastante variada ahora. Yo no soy un amante de lo que llamamos la literatura regional, entendida como esa literatura que siempre tiene que estar hablando de la tierra colorada y del río y del mensú y de la selva. Eso dominó durante varias décadas nuestra literatura y la tradición de Quiroga que es un gran escritor, fue un excelente cuentista, pero bueno, hay que superar a los padres. Y yo creo que ahora en nuestra literatura misionera hay bastante más variedad que eso, por suerte”.
Manifestó que la escritura es su vida. “No se me ocurre mi vida sin escribir. Tengo un problema en las muñecas ahora porque yo trabajo además de escribir, trabajo como ingeniero haciendo temprano cálculos todo en la computadora, tengo dolor de muñecas. Me dijo el traumatólogo cuando fui a hacerme kinesiología, que no escriba, digo no, disculpa, es como que me digan no respires, pero seguiré escribiendo”, reveló.
Por otra parte, se refirió al tiempo que se dedica a escribir, donde señaló “puede ser cuatro o cinco horas por día. Lo que pasa que por ahí hay uno o dos días que no escribo, los fines de semana o en la noche, pero si a un promedio de entre cuatro o cinco horas. Si no estoy escribiendo una novela, menos; porque leo más y escribo menos. Pero también como se suele decir, ¿no?, la Transpiración convoca a la inspiración. Si se encuentra sentado, probando, escribiendo mientras aparecen ideas y las pescas y las registras y las trabajas. Y si no están “trabajando”, es más difícil que eso pase”.
Además de la escritura, Osvaldo Mazal se dedicó a la radio donde logró conjugar las letras y la música. “Cuando hacía radio escribía mucho, yo tuve una radio en la universidad hace ya 20 años. Estuve varios años como productor primero, luego director. Además de eso, hacía un programa literario, y ese programa me dio mucho placer también porque era una vez a la semana, una hora. Yo hacía un guión del programa y escribía hasta la última palabra. Y eso me dio un entrenamiento porque yo lo que intentaba era que esa escritura reflejará lo mejor posible la oralidad, entonces creo que escribí hasta los estornudos. Y no es un chiste, a veces ponía y después no lo hacía”.
“Eso fue muy placentero porque podía dedicarle tiempo. Y también musicalizaba, entonces hacía una cosa literaria musical. Ahí gané varios Martín Fierro en esa época y fue muy bien. Y después tuve el premio literario Arandú y Andresito. Con las novelas gané el premio Municipal de Buenos Aires y el premio del Fondo Nacional de las Artes. Fue muy lindo y fue muy placentero porque además recorrí todas las músicas del mundo buscando la musicalización porque cada programa es distinto, entonces también fue una especie de formación en ese sentido. Recomiendo a los que escriben, que a veces intenten escribir cosas con el mayor tinte de oralidad posible”.
Mechy Ramirez
“Puentes Literarios” Radio Cadena Líder 93.7lrr325
ANG AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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