El Proyecto de Mujeres Guacurarí dialogó con Scharschinger Marianela, Coordinadora y cofundadora del espacio Reverdecer-Somos Red. El área se encuentra ubicada en el Km 943 de la Ruta Nacional 14, en la localidad de Salto Encantado, Misiones. Es un espacio productivo y educativo ambiental, está pensado no solo para ser productivo, si no también, para brindar educación ambiental a todos los niveles educativos y además asistencia técnica a productores.
Reverdecer surge mediante el acompañamiento del proyecto USUBI, del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, este espacio comprende un área donde se desarrolla un vivero de especies nativas de la selva paranaense y una bio fábrica de insumos para la agroecología, quienes realizan las tareas, son las hijas e hijos de las socias de la «Asociación Civil Mujeres Soñadoras».
En este sentido explicó, «somos parte Red, un consorcio provincial que vincula productores/as, comunidades originarias, Asociaciones Civiles, Cooperativas, técnicos, etc».
Por otra parte, Marianela detalló el trabajo que llevan a cabo, «Impulsamos la transición agroecológica y el uso sostenible de la biodiversidad como medios para fortalecer el arraigo, la economía circular y el empleo verde en las comunidades locales a través de la producción de bio insumos, agregado de valor a frutos de la selva, mieles y hongos comestibles; producción de proteína de Hermetia illucens, viverización de orquídeas y de árboles nativos».
En busca de mitigar el impacto del cambio climático, materia muy arraigada en la provincia, el trabajo se inició en el año 2020 aproximadamente, donde se trata de mitigar los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el despoblamiento del campo, la contaminación, el uso de agroquímicos.
Es importante destacar, que, para contrarrestar el uso de agroquímicos, el proyecto elabora bio insumos, que mejora el trabajo y el cuidado del medioambiente. «Sabiendo que los residuos mal gestionados producen contaminación y daño, al igual que el uso de agroquímicos, lo cual enfrentamos elaborando bio insumos, tratando gran cantidad de residuos húmedos (forestales, industriales, agropecuarios, urbanos) generando valor y empleo. Producimos bocashi y compost, que intercambiamos con la comunidad local para que utilicen en el campo, generando una cadena de reciclaje comunitaria», destacó.
En este sentido, sostuvo que es muy difícil que el productor pueda elaborar abono en gran escala, uno de los problemas a los que se enfrentan es la escasez de tiempo y recursos, «este proceso lo facilitamos de esta forma al tener una máquina destinada a tal fin», remarcó.
Al mismo tiempo subrayó, «la agroecología nos brinda la posibilidad de integrar la producción del campo con la naturaleza, algo que se había desvinculado con la agricultura convencional».
«En nuestra zona varias chacras comenzaron a transicionar a prácticas sostenibles gracias al intercambio de bio insumos que realizamos a esto le agregamos el uso y gestión sustentable de especies nativas, donde «Mujeres Soñadoras» elabora envasados, y en el vivero Reverdecer tomamos las semillas y desarrollamos plantines que conservan variabilidad genética, esos son llevados a áreas afectadas por sequías, incendios y mal manejo, restaurando para luego continuar recolectando las frutas y así generar mayor producción, ingresos económicos y alimentación saludable en las familias y particularmente mujeres».
«Contribuimos a conservar la selva, devolviendo vida a las cuencas hídricas y permitiendo diversificar las producciones locales ampliando las posibilidades de ejercer soberanía alimentaria».
«Muchos jóvenes no pueden permanecer en la ruralidad al tener pocos ingresos y herramientas, por ello hemos creado un espacio donde los mismos puedan trabajar en el vivero y la biofábrica, teniendo un ingreso mínimo y capacitándose. Dando respuesta a la necesidad de empleo sin distinción de géneros, y brindamos la posibilidad de aprender a realizar insumos orgánicos y viverización, como también intercambiar residuos húmedos por un proporcional de bocashi o compost, sin costo extra, permitiendo así que los campesinos produzcan y consuman nuevamente alimentos sanos, sin contaminar y dañar la biodiversidad».
Marianela comentó un dato sumamente interesante para la industria y la agricultura familiar, el desarrollo de una maquina volteadora, un modelo único en argentina, destacó. «Desarrollamos innovadoramente una máquina volteadora autopropulsada, para fortalecer y dar un impulso claro a la agricultura familiar de la provincia. La cual posee un modelo único en Argentina, y cumple la función de voltear la pila del fertilizante sólido (oxigenando, aireando y reduciendo humedad)».
Sobre los resultados, sostuvo que en el caso del bochashi, se pueden producir alrededor de cincuenta toneladas cada quince días. «Los resultados obtenidos permiten hacer posible la transición de manera más acelerada y en mayor escala, logrando en el caso del bocashi producir cada 15 días 50 toneladas, demandando tan solo 6 h de volteo en total, lo que es inviable hacerlo a mano en esos volúmenes, ofreciendo soluciones a la gestión de residuos húmedos industriales, urbanos y rurales».
«Estamos realizado análisis, estudios y aplicaciones biopreparados donde la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM en sus laboratorios está comparando con fertilizantes químicos y los resultados son positivos a nuestro favor. Además, se realizan aplicaciones a campos y viveros».
Para finalizar, manifestó, «Espero que esto pueda llegar a esas niñas, jóvenes y mujeres que sueñan con un mundo mejor, donde ellas también sean líderes de proyectos que cambien el futuro. Somos nosotras muchas veces quienes encabezamos los movimientos que protegen la naturaleza. El momento de un cambio es ahora, y es posible si trabajamos juntos, sin discriminar géneros, niveles socioeconómicos, culturas y creencias; La solución a problemáticas ambientales están frente a nosotros, en la naturaleza», concluyó.
Proyecto Mujeres Guacurarí en Acción
Juana Gorczak Radio Lider 25 de Mayo
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