Hija y nieta de productores, la administradora del Mercado Concentrador, Mariela Bernardy, en diálogo con Mujeres Guacurari en Acción, dijo que la dedicación y el esfuerzo que exige el trabajo en la chacra “puede ser una fuente de empoderamiento y autonomía económica para las mujeres”. “Desde el Mercado redoblamos los esfuerzos para difundir el producto local, educar acerca del consumo y el impacto que tiene en las economías locales y en el calentamiento global. Consumir productos locales ayuda a reducir la huella de carbono”, afirmó. “Me siento protegida; desde el IMaC y el Gobierno Provincial realmente vemos que hay un cambio en la mirada. Hoy las mujeres participan activamente tomando decisiones”, observó.
Trabajar en la chacra requiere de muchas horas de esfuerzo y dedicación. Para muchas mujeres, puede ser una fuente de empoderamiento y autonomía económica, una experiencia enriquecedora y desafiante. Mariela Bernardy, productora porcina y actual administradora del Mercado Concentrador de Posadas, compartió su historia con el proyecto Mujeres Guacurarí en Acción.
Bernardy se refirió al aprendizaje y el trabajo en la chacra: “En la chacra se aprende a trabajar duro, a administrar bien los tiempos, los recursos y, sobre todas las cosas, a no desistir. La cuestión climática está directamente relacionada tanto con la actividad agrícola como la pecuaria. Por eso, muchas veces se pierde toda una cosecha o algún invierno duro nos deja sin pastura para los animales, y es ahí donde se ve la capacidad de reinventarse que tiene el productor misionero. En la chacra el trabajo es duro, bajo el sol, la lluvia, en el frío y lejos de los servicios y las comodidades que brindan los centros urbanos. Por eso debemos valorar el trabajo de los agricultores que deciden seguir en el campo produciendo alimentos”, expresó.
Hoy, como administradora del Mercado Concentrador, siente que es un gran desafío y una gran responsabilidad. “Yo nací en la chacra, soy hija y nieta de productores. Haber tenido la posibilidad de ir a la universidad y hoy estar en un espacio tan sensible al sector, me obliga a dar lo mejor de mí para llevar adelante un espacio que está al servicio del productor. Por eso, desde el Mercado redoblamos los esfuerzos para difundir el producto local, educar acerca del consumo de cercanía o km Cero y el impacto que esto tiene en las economías locales y en el calentamiento global. Consumir productos locales ayuda a reducir la huella de carbono”, afirmó.
«Así es que también en los puestos de comercialización de productos misioneros están ellas con su calidez: la sensibilidad e inteligencia emocional forjan un vínculo con el cliente que además de volver por el producto regresa por el carácter de la atención. En el Mercado Concentrador Posadas son mayoritariamente mujeres las que atienden los puestos».
La productora destacó las políticas de apoyo a la mujer rural. «Desde el IMaC y el Gobierno Provincial realmente vemos que hay un cambio en la mirada. Hoy las mujeres participan activamente tomando decisiones. Desde las Técnicas que acompañan a los productores hasta en las áreas administrativas o productivas estamos nosotras opinando y marcando muchas veces el contrapunto para lograr arribar a la mejor solución posible. Personalmente me siento escuchada y siento que justamente porque somos polifacéticas tenemos una mirada distinta para ofrecer. La mujer rural es vital en el emprendimiento productivo típico misionero, que es de carácter familiar. Con esa inspiración se gestiona, siempre pensando en ellas como el sostén que da cohesión a esa empresa».
Reflexionó sobre el papel de las Mujeres Rurales dedicandoles un mensaje. «En primer lugar, les diría que son ellas las que sostienen las chacras. Heroínas sin capa, no reconocidas muchas veces. Merecen todo el reconocimiento y puesta en valor».
«Siempre tengo el ejemplo de mi abuela que quedó viuda muy joven con siete hijos, crió a todos con el trabajo en la chacra. Ella todo el año tenía producción, tenía el calendario de plantaciones siempre activo, una huerta completa en verano y en invierno y una azada siempre afilada para la limpieza. Nunca faltó nada en esa casa y la chacra le dio la posibilidad de estudiar a todos».
«Mi mensaje final es que deben estar orgullosas de ser mujeres que producen alimentos, que es una actividad digna que genera la riqueza de un país».
Mariela Bernardy es un ejemplo de cómo el trabajo en la chacra puede ser una fuente de empoderamiento y autonomía para las mujeres, demostrando que con esfuerzo y dedicación se pueden superar los desafíos y contribuir significativamente al desarrollo rural y económico de la región.
Mechy Ramirez – INFO Radio Chimiray 100.3
Proyecto Mujeres Guacurarí en Acción
AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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