La escuela FJC N°605 «Barrancas de Uruguay» de Él Soberbio continúa la recopilación de historias sobre la mujer rural de hoy, alumnos de séptimo grado con asesoramiento de la maestra Daiana, son los que realizan las entrevistas.
Está vez la visita y la charla fue con Isabel Katz, un recibimiento cordial muy característico de la zona rural, un mate, un plato de pan dulce casero ( cuca) sillas para sentarse en ronda y conversar sin apuro; nos cuenta cómo es su día a día, todo lo que hace , » me tocó cuidar a varios familiares enfermos, ancianos y hoy no es diferente, tengo a cargo a un hermano con dificultades neurológicas.
Le dedico muchas horas a la huerta libre de agrotóxicos, es agroecológica y lo que se produce se lleva a la mesa». Nos invitó a almorzar, en la mesa se nota algo muy tradicional en el lugar, comidas variadas como ser mandioca hervida, guiso de arroz, salsa de carne, varias ensaladas, pan casero, ella pide la bendición de los alimentos y de quienes la consumen. «Además de hacer todas las tareas cotidianas, siempre encuentro tiempo para las cuestiones del alma, me gusta ir a la iglesia y sentir esa Paz, la tranquilidad, tener cuidado para con el prójimo, servir a Dios, soy devota de todo lo que está bien».
En Colonia Monteagudo la mujer rural está ligada a diferentes credos, diferentes costumbres, tradiciones se aprende a convivir y a disfrutar desde la ruralidad.
En doña Isabel notamos una mujer muy familiera de organizar almuerzos, festejos, estar siempre para los suyos, estar pendiente de su esposo, la empatía es un valor más en una mujer rural.
Nos despide con bendiciones y nos desea suerte en nuestro trabajo.
Otra protagonista de esta semana es, Juliana Yeka Wolski, siente en la piel la cuestión del idioma porque habla solo en portugués, como mujer rural en la frontera, cosa que no significa impedimento alguno en la comunicación, el portuñol, algo normal en el lugar, Monteagudo es un Crisol de culturas, donde la mujer rural tiene un rol protagónico, son las manos femeninas las que realizan casi todas las tareas.
«Me siento agradecida por cultivar y cosechar productos de la tierra, me levanta muy temprano preparo y llevo a mi niña a la escuela luego la primera misión es con las vacas ordeñar, hacer dulce de leche, quesos, retira la crema, manteca todo un aprovechado para vender y para la familia . Trabajo a la par de mi esposo en las plantaciones, de todo producto comestible y también del tabaco cultura que insume mucho tiempo y esfuerzo, la siembra, repique, trasplante, cuidado, cosecha hasta la hora de vender, años bien, otros precio bajo, o el granizo que llega antes que la cosecha, son los altibajos que se sufren o se festejan en la chacra, así que diversificar es necesario para sobrevivir en una comunidad rural».
Entrevista: Macarena Pereira, 7° grado
Proyecto Mujeres Guacurarí en Acción
AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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