La constancia y superación de Mónica Haidee, una comerciante, oriunda de la localidad de Campo Grande, que, con mucha dedicación supo enfrentar los desafíos que le proponía el día a día. En su paso por una nueva edición de «Mujeres Guacurarí en Acción», Mónica resaltó los puntos claves de poder superar los obstáculos que le ponía la vida.
«Me llamo Mónica Haidee Mendoza, nací en Campo Grande. Mis padres fueron comerciantes, trabajaron toda su vida en la Cooperativa Agrícola de Oberá, la cual tenía sucursales en todo el interior. Así fui creciendo en un almacén, como lo llamaban. Tengo 58 años, me casé y tengo 4 hijos y siete nietos».
El inicio en el área comercial, Mónica indicó que inicia por el miedo de las necesidades, de no tener un hogar. Destacó que una empresa reconocida le hace entrega de una heladera y su crecimiento no se detuvo. A su vez, sostuvo que, junto a sus hijos, se fijaban sueños y metas; con mucha constancia y apoyándose en la fe, lograron salir adelante.
«Esta aventura de ser comerciante comenzó porque como mamá me preocupaba que mis hijos no tuvieran un hogar. Una empresa muy conocida me dio una heladera y ahí todo comenzó a crecer, gracias a mis hijos que me escuchaban, soñábamos y nos poníamos metas. Tuve que pelear mucho para lograr salir adelante, siempre había alguien que opinaba diferente porque los cambios incomodan. Sin embargo, gracias a Dios, mi guía y mi refugio, pude seguir adelante».
En este sentido, agregó «Creo que Dios me dio este trabajo y lo hago como si trabajara para él. Además, tuve la bendición de tener un marido trabajador y juntos seguimos después de 38 años de matrimonio, con sus altas y bajas, acompañados por nuestros hijos: Andrés, Cristian, Sonia y Tania, que ahora son el pilar de nuestras vidas».
Respecto al «Proyecto Mujeres Guacurarí en Acción» impulsado por la Agencia de Noticias Guacurarí, sostuvo, «creo que es genial destacar a las mujeres del interior. Me gusta mucho lo que hago, estoy en un lugar donde me siento valorada, donde puedo ayudar, aprender; enseñar, disfrutar, y recibir todas las bendiciones que el Señor me da. También puedo hablar y compartir el amor de Jesús, que, sin él, no seríamos nada», finalizó.
SANDRA MABEL KRZECZKOWKI
RADIO DEL MERCOSUR 93.7
ANG AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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