Una nueva edición de la noche de la Agri-Cultura se desarrolló este viernes en la localidad de El Soberbio, ciudad que albergó, en simultáneo, la décima edición de la Ultra Maratón Yabotí, que en esta edición contó con más de 1,500 participantes.
La Noche de la Agri-Cultura es un programa que surge de la acción conjunta de dos ministerios, el de Agricultura Familiar y el de Cultura, liderados por Marta Ferreira y Joselo Schuap, respectivamente. Su presencia en El Soberbio en la jornada del viernes 3 de septiembre fue estratégica, ya que de esa forma tuvo impacto doble. En esa jornada se daba inicio la décima edición del Ultra Maratón Yaboti, que atrae a corredores de muchos puntos geográficos y en este año logró reunir a más de 1600 participantes de todo el país. Distinguidos con sus remeras multicolores, muchos de ellos circulaban por la plaza del pueblo, y así pudieron conocer de primera mano lo que producen las chacras y emprendimientos sustentables de la zona. Por otro lado, los feriantes se vieron beneficiados por la afluencia de turistas y locales, dispuestos a adquirir algún souvenir. «Esta es una muy buena manera que tenemos nosotros de acercarnos al público y poder vender a un buen precio», decía Petrona Acosta, de la cooperativa Monte Nativa. A sus 71 años ella sigue trabajando, convencida de que en los productos de la tierra están la salud y el futuro.
LA CULTURA ES ALIMENTO… Y VICEVERSA
La feria se complementó en esta ocasión con los espectáculos que ofreció el camión de «Cultura en Movimiento». La jornada del viernes, todos los que estaban en la zona, fueran turistas o locales, pudieron disfrutar de los espectáculos que se desarrollaron desde las 17 hasta las 23 aproximadamente: música cervecera y romántica, cumbia, números circenses y animación para todas las edades.
«Esta actividad surge de charlas que tuvimos con Marta mucho antes de que inicie la pandemia», expresó Joselo Schuap al momento del acto de apertura. «Pensábamos que tenemos que hacer cosas juntos, ya que cultura no es solo el espectáculo, sino también cómo comemos, cómo vivimos en familia y lo que ponemos en la mesa. Pero también nos alimentamos del arte, así que esta convivencia es muy virtuosa’. A su turno, la referente de Agricultura Familiar agradeció a todo el equipo organizador y reafirmó que «los misioneros tenemos una cultura de emprendedores. Y en un tiempo de pandemia, hemos aprendido a valorar el alimento producido en nuestra zona».
En el breve acto, el intendente Roque Soboczinski también saludó a los presentes, felicitó a los feriantes e invitó a los visitantes a «sentirse como en casa».
De la chacra, y sin pesticidas
En esta jornada, cerca de 30 puestos ofrecían sus productos, en los que predominaban artesanías y las esencias de citronela -casi una marca registrada de El Soberbio-, menta y otras, además de cúrcuma, jengibre y productos derivados de estas raíces, yerba orgánica, miel, cosmética natural y artesanías.
Algunos, como la familia Ort, de «Las Ortigas – agrofloresta», se complacía de ofrecer además productos como la crema de caléndula para la piel, el shampú de ortiga y aloe y otras cremas que están desarrollando. «Esta es la primera vez que mostramos nuestros productos en feria y por eso invertimos en etiquetas y envases», contó Enzo Ort, parte de este emprendimiento familiar. Gisela Heselman empezó a pintar de mayor y sus nietas la animaron a ofrecer sus cuadros en la feria: estaba contenta, pues en las primeras horas ya había vendido tres. Almendra Ostigüi, de la chacra que llaman «Ixlandia» también ofrecía productos cosméticos y comida saludable. En su espacio, además de cultivar, brindan talleres de permacultura.
La cultura como alimento y la producción de alimentos como cultura, una simbiosis que apenas inicia, porque las Noches de la Agri-Cultura han llegado para quedarse. El próximo jueves 9, será el turno de Santa Ana.
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Prensa del Ministerio de Cultura
Edición: Hector Gabriel Olejnik
ANG AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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