Atesorada por la familia Wickstrom junto a fragmentos de la historia de la comunidad, el pabellón argentino llegó a Posadas. Con ánimos de darle larga vida, el municipio hizo entrega de este baluarte al departamento de restauración que funciona en el museo Yaparí.
“Nos sentimos muy honrados, ya que el municipio de Oberá nos ha confiado una tarea muy delicada: la de restaurar y preservar la que fuera su primera bandera”, contó Laura Lagable, subsecretaria de Coordinación de Fomento y Regionales Culturales, de la Secretaría de Estado de Cultura. En efecto, en el museo provincial de Bellas Artes Juan Yaparí hay un espacio destinado al cuidado y restauración de bienes como éste.
Se trata del primer laboratorio de conservación artística de Misiones, en funcionamiento pleno desde este año, a cargo de la profesional Estela Garma.
La enseña vino de la mano de Cristina Stevenson, directora de Turismo y Cultura de Oberá, junto a la documentación que la acompaña. “Esta bandera argentina fue adquirida por Juan (John) Oscar Wickström, en la ciudad de Posadas en el año 1925, cuando se trasladó desde la República del Paraguay para radicarse en la Colonia Yerbal Viejo. Fue enarbolada en su domicilio en oportunidad de las festividades patrias, como así también en el acto fundacional de Oberá (en el lugar donde actualmente se encuentra la plaza San Martin), el 9 de julio de 1928”, dice el documento.

Posteriormente, la bandera continúa siendo enarbolada en las festividades nacionales y en la residencia de Wickstrom (por calle Buenos Aires N 254). Entre esas oportunidades, se recuerda la visita del príncipe Guillermo (Wilhem) de Suecia y su hijo el Conde Lennard y esposa.
Se destaca que la bandera se ha conservado para la posteridad merced a Lloyd Oscar Ramón Wickström, quién advirtiendo su valor histórico, la resguardó en una vitrina de gran tamaño, en la que aún hoy se conserva.
Trabajo meticuloso
“La bandera es una pieza centenaria. La intervención que se hará es limpieza profunda en seco y en húmedo en los sectores donde presente oxidación o manchas”, explica Garma. También se trabajará en la consolidación de la tela, donde lo requiera, unión de roturas, rajaduras. Y en eliminación de elementos metálicos, como grampas o clavos, que están generando un daño a la tela, pero es a la vez lo que la mantiene extendida.
“Vamos a anclarla sobre otro soporte textil -soporte de auxilio-, que es el que luego va a permitir tensarla. Y luego, probablemente la recomendación sea dejarla en la vitrina en que llegó, quizás con un sistema de anclaje diferente”, finalizó la experta.
Cultura de Misiones



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