
La directora ejecutiva del Instituto provincial de Estadística y Censo, Silvana Labat, reflejó las cifras en cuestión con respecto a la violencia familiar y de género que ha aumentado durante la pandemia, ubicando a Misiones en segundo lugar a nivel país, con mayor porcentaje en lo que va del año.
Mediante una entrevista en profundidad, conversamos con la contadora Silvana Labat, sobre la situación que ubica a la provincia de Misiones en un escenario de cifras alarmantes que maneja el Instituto provincial de Estadística y Censo.
¿Cómo viene trabajando el Instituto provincial de Estadística y Censo en este contexto de pandemia?
En este contexto tan especial que atraviesa Misiones respecto a la pandemia, desde el Instituto nunca discontinuamos nuestra actividades. Seguimos haciendo los relevamientos permanentes que tenemos, como la encuesta que la hicimos de manera telefónica y la mayoría del personal trabajando desde sus casas. Al IPEC el teletrabajo le funcionó perfectamente sin ningún tipo de inconvenientes y con más suerte, ya que la gente estando en la casa siempre atendía el teléfono, tenían tiempo para contestar. La encuesta permanente de hogares, viene a ser la encuesta estrella del Instituto Provincial de Estadística (IPEC), que se hace en todo el país en convenio con Nación y de ella surgen los datos de pobreza, indigencia y la desocupación que se hace los 365 días del año y no para, ya que nos permite tener datos y la situación en la provincia como los temas más sensibles.
En referencia a los temas sensibles en cuestión, nos preocupa y nos ocupa el tema de violencia familiar y de género. Venimos trabajando con el IPEC en el observatorio de violencia familiar y de género, en ese marco venimos llevando adelante las capacitaciones de la ley Micaela a empleados públicos del ejecutivo, descentralizados y también municipios. Llevamos veinte capacitaciones hechas en perspectiva de género y violencia y es muy importante porque tenemos graves problemas con la violencia en Misiones.
En lo que va de la pandemia estamos segundos en femicidios en el país y siendo una provincia chica, somos un millón doscientos cincuenta mil habitantes. Primero esta Tucumán y seguimos nosotros, es preocupante.
¿Cuál es la cuestión? ¿Qué nos pasa?
La situación se agravó con la condición de encierro, por ejemplo las edades de las víctimas se concentran entre los <20 y 30 años, los 11 y los 20>. No debemos olvidar que Misiones tiene la población más joven de la Argentina, la edad promedio es de 23 años. Es preocupante realmente esta cuestión.
Respecto a los agresores, el mayor porcentaje es la pareja actual y le sigue la ex pareja de la víctima. El domicilio donde ocurre el hecho de violencia en el 70% de los casos es en el propio domicilio de la víctima. Tenemos un 59% de testigos en casos de violencia, existen testigos del hecho. Planteamos por ejemplo que tenemos un 2,9% de niños que de 0 a 10 años son víctimas de violencia, ahí planteamos la cuestión. ¿Qué nos pasa? Y a su vez quiero destacar que si uno compara la cantidad de denuncias por violencia familiar y de género que existieron en la policía de la provincia en el año 2019 respecto al 2018, vemos que las cantidades de denuncias bajaron un 4,5% y eso nos preocupa, porque sabemos que no bajaron porque haya menos casos, sino porque la gente denuncia menos. Y ahí está la cuestión. ¿Por qué denuncian menos?
¿Se trata de tener miedo?, ¿a dónde hay que apuntar? ¿Por qué ocurre esto?
Tienen miedo de que no pase nada con la denuncia, esa es la cuestión. Hay una re victimización que se hace a la víctima, precisamente al hacer la denuncia en la policía, donde muchas veces mandan a las víctimas a la comisaria de la mujer y eso no es correcto. Lo que pasa es que la denuncia te la tienen que tomar en cualquier comisaria y uno tiene que exigir que te la tomen. Quizás es una cuestión, no tengo nada en contra de la gente policial, por ahí sea una cuestión de desconocimiento de la gente y falta de empatía hacia la víctima, porque el primer contacto que tiene la persona cuando decide denunciar en la comisaria, es la gente que está en mesa de entrada. Por eso vamos a empezar un trabajo articulado con la policía, para tratar estos temas y que puedan tener un poco más de empatía con las personas que vayan a denunciar, que no las re victimicen y le tomen la denuncia sin inconvenientes, por eso es que perdemos tanta información.
Hasta el momento sabemos que pasa con las denuncias cuando entran a la policía o la comisaria, lo que no sabemos es qué pasa una vez que entran al poder judicial, y eso también estamos trabajando desde el observatorio para lograr tener los datos de violencia que maneja el poder judicial, para poder tener en un futuro el acceso a las sentencias judiciales de esos casos para ver cómo terminan. Porque hasta que el juez lo determina que fuese emitido, no se debería contar como femicidio solamente y hasta esperar eso no parece que tengamos femicidios, pero tomamos los datos de los medios de comunicación. Esa es la cuestión, estamos por el camino, preocupados y ocupados. Pero hay mucho que corregir, sobre todo la cuestión acá pasa por cambiar la cabeza, tenemos que deconstruir para volver a construir.
¿Se puede decir que hablamos de un tema cultural?
Sin dudas. Somos todos hijos e hijas del patriarcado ytenemos la cultura machista muy arraigada, y al ser cultural tenemos que romper esa estructura. Las nuevas generaciones ya lo están haciendo, tienen otra mirada y nosotros deberíamos empezar a reaprender y empezar a cambiar esos sentidos comunes, que lo que hacen es agrandar la brecha por el solo hecho del género, porque las mujeres somos discriminadas por el solo hecho de ser mujeres, ganamos menos y muchas veces somos más capaces que los hombres. Sin embargo por el hecho de ser mujer ya nos discriminan.
La mujer tiene una mirada más integral sobre todo no? Por el hecho de estar ahí, de ser madre, de ser más preocupante, más sensible. ¿No?
Sin dudas. Nosotros tenemos la capacidad de hacer muchas cosas a la vez. Tenemos otra mirada de las cosas pero seguimos siendo discriminadas. El 80% de las víctimas de violencia son mujeres, la violencia está muy marcada hacia la mujer por el solo hecho del género, por eso tenemos que empezar a aprender y desnaturalizar también, la cuestión de la violencia está muy naturalizado es como normal, natural y no está bien, no es así. Tenemos que aprender desde otra manera, otra mirada.
¿Qué acciones debemos llevar a cabo? ¿Qué acciones llevan ustedes una vez que toman los casos para ir mejorando para tratar de dar contención a las personas y atendiendo las necesidades a las diferentes situaciones de violencia?
La gente tiene que saber que si está pasando por una situación de violencia, puede acudir o llamar a la línea 137 o 102, ahí las van a contener y acompañar, y si se trata de una situación de riesgo mandan a seguridad al domicilio de la víctima, para que puedan intervenir y evitar lo peor que es el femicidio, algo que ya no podemos dar marcha atrás y es muy importante saber eso, también que se puede denunciar en el interior de la provincia, cuando por ahí la comisaria está muy alejada o no hay comisaria de la mujer en los juzgados de paz o fiscalías se pueden hacer las denuncias, es importante conocer esto y saber que cualquiera puede hacer la denuncia, no hace falta dar nombre, lo hace de forma anónima quizás porque uno tiene miedo a alguna otra cuestión por no meterse. Y eso es lo peor que estamos haciendo, porque por no meterse estamos como estamos, manejando estos números de violencia. Entonces acá el compromiso tiene que ser de todos, es importante que la víctima se pueda asesorar, que sepa que hacer, que sepa que no está sola.
Vemos que hay poco desconocimiento por parte de la sociedad respecto a estas dos líneas, la 137 y 102. La gente no sabe que puede llamar por teléfono para que la ayuden en estas cuestiones por eso es importante difundir. Fortalecer la comunicación y más en estos tiempos.
Totalmente, es fundamental y estar alerta porque puede pasar que alguien esté sufriendo violencia psicológica y es la violencia que más se da en los casos que hemos analizado, que no te das cuenta porque el agresor te hace el trabajito fino diciéndote; sos una inútil, no servís para nada, tu comida es fea, no vas a lograr, llega un punto en que la víctima se lo cree y queda tan desmoralizada que queda inmovilizada a actuar. Por eso es tan importante capacitarse en la ley Micaela, porque te habla de lo que es violencia en todos sus aspectos, los tipos de violencia, las modalidades y te abre un poco la cabeza para ponernos a pensar si es que no estamos atravesando por alguna de estas situaciones.
Es una lucha cuesta arriba, difícil pero no imposible la discusión y los datos están sobre la mesa y hay que actuar en consecuencia, pero no solo desde el estado sino que toda la comunidad, la sociedad misionera tiene que ponerse las pilas, porque la única forma de erradicarla es previniéndola y necesitamos trabajar en la prevención desde la salud, la escuela, desde todos los ámbitos, para evitar que los casos sigan creciendo porque la verdad son alarmantes los números que manejamos.
#ANGuacurari
Mechy Ramirez – Apóstoles
Edición: Domecg, Ana Lía
ANG – Agencia de Noticias Guacurarí
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