El diálogo demostró ser la herramienta óptima para abordar los distintos reclamos salariales en el sector estatal.
En el marco de una crisis mundial -y por lo tanto nacional- en la que hay que retroceder casi 100 años para encontrar un paragón -el crac bursátil de 1929-, en Misiones se lograron acuerdos de suma importancia en el sector estatal: policías, docentes, personal judicial,
trabajadores de la salud, personal legislativo, el sector pasivo -IPS-. Como señaló el gobernador de la provincia, Oscar Herrera Ahuad: “Ningún trabajador activo de Misiones percibirá un sueldo neto inferior a los 30 mil pesos”.
La recesión global producida por el freno de la actividad económica, inducida por las medidas de aislamiento contra un virus que aún no tiene cura ni tratamientos efectivos, puso en tensión a gobiernos y ciudadanos de todo el mundo. Como afirmó Hugo Passalacqua -vicepresidente de la Cámara de Representantes-, todo reclamo por un salario mejor es justo, del sector que provenga. Es válido y loable que suceda en democracia, pues la enaltece. Otro aspecto que señaló el legislador, y que se pudo apreciar en las diversas negociaciones, es el lugar principal que debe ocupar el diálogo para conseguir acuerdos.
En la mayoría de las discusiones sectoriales existió esa dinámica entre los actores participantes, a excepción de algunas líneas internas que no solo pusieron en riesgo la paz social sino la salud, con la realización de manifestaciones y cortes de rutas sin ningún tipo de
distancia social ni uso de barbijo, por ejemplo. Sin embargo, la mayoría de quienes entablaron negociaciones con el Estado provincial no se sumaron ni avalaron dichos métodos.
Como mencionamos al inicio, en medio de una situación de alta complejidad, el gobierno de la provincia encontró el equilibrio entre las cuentas fiscales y el legítimo reclamo social, sin acudir a soluciones irresponsables y demagógicas -como puede ser la emisión de deuda, trasladando el problema a la próxima administración-.
Una tradición de más de 15 años de la administración provincial es abonar los salarios estatales el último día hábil del mes, por lo que se pudo apreciar de manera preliminar el impacto del aumento salarial en los trabajadores misioneros. Tanto comerciantes como
consumidores expresaron su satisfacción y alivio en la puesta al día del pago de cuotas, por ejemplo, de electrodomésticos o incluso vehículos. Del mismo modo, significó un multiplicador fiscal importante por el hecho de que en Misiones cada vez son más las
actividades habilitadas -no solo las esenciales-.
En suma, los reclamos salariales no fueron hechos por algún interés espurio o malintencionado. Al contrario, misioneros de a pie que consiguieron, a través del diálogo con una administración dispuesta al mismo, mejorar su situación personal y familiar en un
momento muy necesario.
(Foto de archivo)
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AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARI
Edición: Domecg, Ana Lía
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