El proyecto «Mujeres Guacurarí en Acción» se trasladó al norte de la provincia para dialogar con Mirna Korniejczuk, una emprendedora, que se dedica a la producción de pulpas y mermeladas con frutos nativos. Mirna lleva adelante este proyecto junto a su esposo, Celso Mackoviak y su emprendimiento se ubica en «Península», zona rural a 25 kilómetros de Comandante Andresito, en sus productos se perciben los auténticos sabores de la Selva Misionera.
Antes de emprender en este rubro, Mirna y su esposo trabajaban en una cooperativa, donde realizaban estudios de la planta del palmito, e»n la zona ya se vendía el palmito, para elaborar plantines o para ornamentar. Luego surgió la idea de poder hacer de la fruta del palmito, la pulpa, como lo hacen en Brasil al açaí. Se estudio durante un año todas las cuestiones relacionadas al palmito».
Hace dos años se incluyó en el código alimentario argentino, para poder ser comercializado, luego de eso se registró en la cooperativa, que más adelante se cerró. «Creímos que un proyecto tan importante no podía quedar en la nada, por consecuencia de la sequía perdimos nuestra plantación de yerba y tuvimos que replantearnos que hacer a futuro, fue donde decidimos concretar nuestra sala de elaboración».
Vendimos una parte de nuestra chacra para poder construir, tenemos todo al día gracias a las personas que nos ayudaron con las habilitaciones municipales y provinciales, también tenemos el registro de la pulpa, el palmito, la «yeyea» que es un nombre guaraní fue el nombre que buscamos para identificarlo».
En este sentido, Mirna explicó que mientras iban elaborando los productos, se llevó a cabo la transición a una chacra ecológica, reforestando con frutos nativos. «Donde antes era un yerbal hace tiempo hoy se encuentra reforestado con plantas frutales nativas, contamos con producción propia de palmito y el resto de la producción le compramos a los vecinos».
Su producción se destina a abastecer a hoteles y restaurantes de la localidad de Puerto Iguazú, cada elaboración se va llevando a cabo de acuerdo al ciclo natural de las plantas. «La idea es que le gente vea las bondades de la naturaleza, todo el año tenemos frutas para nuestra producción», comentó.
A su vez, sostuvo actualmente están tramitando el registro de su marca «Sabores de la Selva Misionera». «Estamos viendo para registrar la sala como, sala de extensión y fraccionamiento de miel que es otro de los proyectos que estamos haciendo con la comunidad de Península, donde hay cuatro o cinco familias que participan».
Respecto a la producción de miel, la entrevistada comentó que se ha brindado capacitaciones en relación a la temática, «se realizó un taller sobre las abejas conocidas como yateí, las meliponas, es un proceso un poco más largo, pero destinado a ayudar a los vecinos para que puedan tener un lugar donde extraer la miel de una forma adecuada y prolija, que puedan tener una opción de comercio y nosotros como familia tener un sabor más de la selva agregado a nuestra sala».
«Lo que buscamos con este emprendimiento es concientizar a las personas que al consumir un producto de sabores de la selva misionera, están ayudando a conservar el monte nativo que es lo más importante, eso es lo que queremos transmitir».
Al concluir Mirna envió un mensaje a las mujeres misioneras, «no tengan miedo a emprender, emprender nos abre un camino de saberes infinitos que nos ayuda a realizarnos como mujeres, un mundo donde la mujer rural está invisibilizada, sin sus propios recursos. Ser emprendedora, empoderada, tener tu propio dinero para disponer, como te sea necesario y te guste, es lo mejor. Simplemente es genial, hay luchas, barreras, costos, hay de todo; pero nosotras mujeres sabemos ir atrás de lo que nos proponemos», finalizó.
#ANGUACURARI
*Juana Gorczak*
*25 de Mayo*
Dirección y Coordinación Walter López
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