Ser emprendedor significa tener la capacidad y la disposición para crear y desarrollar un negocio o proyecto propio, asumiendo riesgos y desafíos para lograr el éxito. Los emprendedores toman la iniciativa y asumen la responsabilidad de sus acciones, tienen visión y creatividad; otra característica común muy importante es la constancia y el liderazgo.
Esta parece ser una descripción perfecta de María de los Ángeles Rodriguez “Noni”, la protagonista de la entrevista.
“Si me pedís que defina a un emprendedor, pienso que hay una tendencia, pero también es una construcción. A lo largo de todos estos años que vengo emprendiendo en lo que decidí hacer, ya sea con mi marca o en mi caso que también soy organizadora de eventos, creo que con el tiempo fui construyendo esa habilidad que tenía al inicio o esa iniciativa. Me gusta decir que el emprendedor es alguien que potencia una idea o que viene de un servicio o que comienza con esa idea de esa pequeña empresa y debe tener determinadas características. Sin dudas, que el mayor desafío es mantenerse en el tiempo, la permanencia, que la idea inicial sea ser sostenible porque todos nosotros tenemos mesetas, se arriesga mucho desde el día que uno decide emprender, es difícil porque no se tienen horarios ni días”, relató.
Noni comenzó como emprendedora artesana con su marca “Noni accesorios” y organizadora de eventos de “Activa 360” lo que la lleva a recorrer eventos, Ferias y Fiestas en Misiones y otras provincias en contacto permanente con su pares emprendedores. “Mi caso particular se dio casi de casualidad, yo tenía otra formación universitaria, estaba casi en el último tramo de mi carrera, trabajando y muy cerca, de llegar a la meta final, pero bueno, motivos laborales de mi esposo, nosotros nos mudábamos bastante, en esa época me vine a vivir a Oberá, yo soy de Corrientes. Entonces en un momento tuve que tomar la decisión de dejar de lado lo que estaba haciendo y comencé, como una terapia o como un hobby, a hacer la bijouterie, porque en realidad compré algunas herramientas y creo que los primeros pasos que di en esto me hice algunos para mí, pulseras, aros y regalé a personas de mi familia y me gustaron mucho. Por dos lados comenzó este camino de la venta de mis productos, por un lado una instructora mía de Pilates, que estaba muy relacionada con una feria, me preguntó por los aros que yo tenía puestos y me invitó a formar parte de una feria, que fue la primera en la que yo asistí y que tuve muy buena venta. Y también, por otro lado, una comerciante que era mi vecina, que eligió mis collares para venderlos en su boutique, así que bueno, siempre agradecida con las dos porque fue el inicio de estos 15 años hasta el día de hoy».
Sin dudas cada historia personal puede inspirar a otros para tomar coraje e iniciar así su camino del emprendedurismo. Noni siguió contando que , “más adelante esto me fue llevando a probar distintos elementos para sumarle a esos collares artesanales y comencé a trabajar con los textiles para hacer las piezas, así que me fui para el lado de la costura y del tejido, yo sabía tejer desde chica, me habían enseñado a tejer mis tías, y a coser, mi mamá. Entonces, tenía esas habilidades, por así decirlo, que también me permitió poder seguir haciendo estos trabajos. Después me invitaban a las ferias y a las exposiciones, fui detectando la necesidad de generar espacios, me fui conociendo con otras emprendedoras y comenzó, siempre digo, en el patio de mi casa porque nosotros armábamos como showrooms particulares e invitábamos a amigas para que conozcan lo que hacíamos y yo organizaba estas pequeñas reuniones donde invitaba a otras emprendedoras y a nuestros amigos y la gente comenzó a consumirnos, empezamos a tener un público fiel que, gracias a Dios, me sigue hasta el día de hoy y nos sigue porque somos una gran red de emprendedoras locales”.
El relato es atrapante, “entonces esas ferias fueron más asiduas y tomé la decisión de comenzar a alquilar locales acá en Oberá, para hacer estas vidrieras porque nosotros necesitábamos para mostrar lo que hacíamos. Así que después comencé a alquilar los salones de hoteles, del club social siempre tuve presente que para mi crecimiento necesitaba crecer en comunidad, que al generar estos espacios también hubiesen otras personas que tenían productos de buena calidad. Pasaron los años y después de mucho trabajar en esto, siempre gestionando desde lo privado porque yo busco sponsors para los sorteos que realizamos dentro de las ferias y de estos espacios, también vender los lugares, hacer la publicidad, buscar a diseñadores que me hagan los flyers, todo un conjunto de factores que se tienen que tener en cuenta y en paralelo me iban invitando, se iban haciendo más conocidos mis productos de mi marca, me comenzaron a invitar a los desfiles de diseño que se hacen aquí en la provincia y eso hizo que fuese obviamente mucho más masiva esa llegada al público y en paralelo iba creciendo con la organización de los eventos, que si bien yo no lo tomaba como algo profesional en su momento, así fue que fui comenzando a generar estos espacios”.
Económicamente, emprender es una opción que se vio potenciada desde 2020 en épocas de pandemia, donde además se diversificaron los rubros. “El emprendedor, es alguien que constantemente está corriendo riesgos, porque con esto de que las condiciones a las que nosotros nos exponemos son así, totalmente fluctuantes. Personalmente, una de las cosas que más me costó es el manejo del tiempo, porque en mi caso comencé, soy ama de casa también, soy mamá, entonces el tratar de equilibrar, hay muchísimas mujeres emprendedoras, el emprendedor no tiene género, pero hay muchísimas mujeres, que incursionaron en esto y que equilibraron su vida, hay muchas personas que también tenían otras profesiones u oficios, o tienen en paralelo un emprendimiento, entonces la gestión del tiempo es muy importante para poder mantenerse”.
En Misiones las posibilidades de desarrollo de los emprendedores son amplias, “hay mucho acompañamiento en la parte formativa del emprendedor con capacitaciones que a su vez son oportunidades, sumando herramientas para acompañar sobre todo a los que recién se inician. Se generan espacios y vidrieras para mostrar lo que se hace. Misiones en eso está muy bien plantada, es accesible en la formación y toma de créditos”.
Silvia Serafin-Oberá
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