Mientras la Argentina atraviesa uno de los momentos económicos más complejos de las últimas décadas, Misiones continúa demostrando que la gestión, la planificación y el trabajo en equipo pueden sostener una provincia de pie. En medio de un contexto nacional adverso —marcado por la recesión, la pérdida del poder adquisitivo y la desprotección de los sectores productivos— el Frente Renovador de la Concordia mantiene una línea de gobierno basada en la cercanía, la innovación y la defensa concreta de los derechos de los misioneros.
En las últimas semanas, las noticias dan cuenta de ese contraste. Mientras el Gobierno nacional insiste en su política de ajuste, con recortes que afectan el consumo, la producción y el trabajo, el Ejecutivo provincial despliega herramientas de acompañamiento que buscan mitigar esos efectos. Programas sociales, incentivos fiscales, apoyo al empleo rural, atención sanitaria gratuita y beneficios al consumo interno son expresiones de una gestión que no se desentiende del ciudadano común, sino que lo protege.
El gobernador Hugo Passalacqua solicitó formalmente a la Nación la prórroga del Decreto 514/2021, que permitía compatibilizar el trabajo rural temporario con programas sociales. Su caída, el pasado 1° de septiembre, dejó sin cobertura a miles de tareferos y trabajadores rurales, no solo en Misiones sino en todo el país. Lejos de mirar hacia otro lado, la Provincia tomó la iniciativa para que esas familias no queden sin sustento, reafirmando su compromiso con la economía agraria y con la formalización laboral.

Del mismo modo, se anunció el inicio del Programa Intercosecha, que beneficiará a más de 5.200 tareferos con asistencia económica durante la temporada baja. Mediante el Sistema de Tareferos Misioneros (SITAMI), una herramienta digital única en el país, se garantiza transparencia y eficiencia en cada gestión. No son discursos: son hechos que sostienen la dignidad del trabajo.
En paralelo, la Agencia Tributaria Misiones puso en marcha una bonificación del 30% en Ingresos Brutos para profesionales matriculados, una medida que apunta a aliviar la carga fiscal de médicos, ingenieros, abogados, contadores, arquitectos y jóvenes que recién comienzan su carrera profesional. En un escenario donde la macroeconomía nacional empuja a la informalidad, Misiones incentiva la formalidad y la producción del conocimiento.
Mientras la Nación ajusta presupuestos y achica ministerios, en Misiones el Estado provincial amplía derechos. Esta semana, el programa “Mirar Mejor”, impulsado por el IPLyC junto a la Sociedad de Oftalmología de Misiones, realizó un nuevo operativo en Los Helechos, donde decenas de vecinos recibieron atención gratuita y anteojos sin costo. En total, 53 comunas ya fueron alcanzadas por esta política sanitaria que, más allá de la estadística, refleja un principio esencial: que un Estado presente puede cambiar la vida de una persona con un solo gesto.

A ello se suma el reciente lanzamiento del Programa “Ahora Remedios”, que permite a 170.000 jubilados y pensionados acceder a reintegros del 15% en la compra de medicamentos todos los viernes. En tiempos donde los precios de los fármacos crecen por encima de la inflación y los haberes jubilatorios pierden poder de compra, la medida provincial es un alivio concreto y una muestra de sensibilidad social.
En una provincia que apuesta a diversificar su matriz productiva, la educación y la tecnología son pilares de largo plazo. El taller “Ingeniá tu Futuro”, desarrollado por los ministerios de Industria y Educación, reunió a jóvenes de toda la provincia para acercarlos al mundo de la robótica, el Silicon Misiones y el pensamiento disruptivo. Se trata de sembrar futuro en medio de la incertidumbre nacional, de conectar a la juventud con un modelo productivo basado en la creatividad y la ciencia, y no en la especulación financiera.
Mientras tanto, en el plano nacional, el gobierno de Javier Milei profundiza un esquema económico que multiplica desigualdades. La supuesta “liberación de los mercados” se traduce en desregulación, pérdida de derechos y desprotección de sectores estratégicos. El caso de la yerba mate es el más contundente: tras la eliminación de los precios oficiales fijados por el INYM, el valor de la hoja verde se derrumbó. En la zona centro-sur se paga apenas $180 el kilo, cuando el costo real supera los $420. Los productores reciben menos de la mitad de lo que necesitan para cubrir sus gastos, mientras el precio en góndola sigue subiendo, demostrando que la “libre competencia” solo benefició a los grandes intermediarios.
El secretario de Desregulación, Alejandro Cacace, llegó a decir que “la baja de los precios de la materia prima es un buen indicador”. Esa frase resume una mirada ajena a la realidad de Misiones: la de quienes miden el éxito por la caída de los ingresos de los pequeños productores. La yerba mate no es una mercancía más; es cultura, identidad y sustento para miles de familias misioneras. Su desregulación golpea el corazón mismo de la economía provincial.

Los números del INDEC son elocuentes: en Misiones, las ventas en supermercados cayeron 7,7 % interanual en agosto, sumando cuatro meses consecutivos de retracción. Ocho de los once rubros relevados bajaron, con descensos de hasta el 17 % en limpieza y perfumería, y más del 16 % en frutas y verduras. No se trata de una estadística fría: significa que la gente come menos, compra menos, vive peor. Y aunque la provincia no puede aislarse del contexto nacional, sí busca amortiguar su impacto mediante políticas activas, cercanas y sostenidas.
Este domingo 26 de octubre, los misioneros volverán a las urnas para elegir representantes en el Congreso de la Nación. Será una jornada trascendente para la provincia y el país. Más allá de los nombres o los espacios políticos, lo que está en juego es la voz de Misiones en el debate nacional, la posibilidad de que nuestras realidades y prioridades sean escuchadas.
En tiempos de desencanto y crisis, ejercer el derecho al voto sigue siendo la herramienta más poderosa que tiene la democracia. Cada voto expresa una mirada, una esperanza y una responsabilidad. La participación no es solo un deber ciudadano: es una forma de cuidar lo que se ha construido con esfuerzo y trabajo colectivo.
Hoy, más que nunca, Misiones demuestra que gobernar es estar cerca, y que en medio del ruido, del ajuste y de la incertidumbre nacional, aún hay provincias que creen en el diálogo, la producción y la justicia social como caminos posibles. Esa es la mejor carta de presentación ante cualquier escenario que venga.




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