
El profesor de Agronomía y acompañante terapéutico Marcelo Quirós dialogó con Radio Chimiray para ANG sobre el proyecto de huerta que impulsan como herramienta terapéutica dentro de El Refugio, en la ciudad de Apóstoles. Este espacio, que funciona como Centro de Contención y Acompañamiento Terapéutico, se ha convertido en un referente regional en la atención de problemáticas vinculadas a las adicciones y la salud mental.
La huerta, explicó Quirós, no solo favorece la alimentación y el trabajo en equipo, sino que también propone una conexión profunda con la naturaleza como vía de sanación y reflexión. «La idea nació hace un tiempo, la veníamos trabajando de a poco. En algún momento perdimos un poco la organización, pero siempre estuvo la intención de llevarla adelante dentro del espacio terapéutico. También es un espacio de resguardo, por todos los beneficios que genera. En lo personal, para mí ha sido como una salida de emergencia desde lo que propone la salud mental».
Según Quirós, la huerta no solo tiene beneficios terapéuticos, sino también alimentarios, laborales y sociales. «Es un espacio de encuentro, de pausa frente a las pantallas, y un canal de expresión.
No se trata solo de cultivar, sino de compartir, de generar vínculos, de conectar con la naturaleza. Hacemos un poco de todo: siembra, jardinería, reflexión, hasta música. Incluso estamos trabajando para que se convierta en una herramienta laboral para los pacientes. Gracias al acompañamiento de la Municipalidad, hoy pueden soñar con ampliar el proyecto», enfatizó.
Al ser consultado por los efectos del trabajo en la huerta, Quirós resaltó los cambios positivos en los participantes:»Los resultados son geniales. Trabajamos mucho el trabajo en equipo y el diálogo, y eso se nota. Este espacio ayuda a gastar energía de forma positiva, fortalece la conexión con el grupo y con uno mismo. Además, solemos proponer temas como la comunicación asertiva o las relaciones tóxicas, que trabajamos en grupo. Tratamos de incluir todo lo que pueda enriquecer, siempre escuchando al paciente».
También destacó el impacto en el ánimo y la autoestima de quienes participan: «El simple hecho de estar en contacto con la tierra ya tiene un efecto sanador. Nos permite desconectarnos un poco del contexto, olvidarnos de las pantallas, y dedicarnos a vivir el presente. Lo que se genera es muy gratificante».
En cuanto a la participación, actualmente, más de 20 personas participan activamente en la huerta, aunque el número es variable.
«Trabajamos con la voluntad de cada paciente. No es obligatorio, y eso lo vuelve muy dinámico. Hay adultos, jóvenes, familias. Al no haber un rango etario específico, se arma un grupo diverso donde quienes tienen más experiencia ayudan a quienes recién se suman. Todos están incluidos». Además de la huerta convencional, desarrollan actividades dentro del refugio: jardinería, armado de macetas, compostaje, entre otras tareas.
Quirós también valoró el acompañamiento institucional y la apertura hacia la comunidad: «Hoy también estoy dando clases en el vivero municipal, y siempre hay compromiso por parte de quienes pueden aportar. Queremos que este espacio no se limite al área de adicciones, sino que esté abierto a toda la salud mental en general. Porque cualquier persona, en algún momento de su vida, puede atravesar situaciones difíciles. El objetivo es ampliar, crecer e incluir», concluyó.
Mechy Ramirez – INFO Radio Chimiray 100.3
ANG AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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