Una decena de disciplinas artísticas plasmadas por cultores locales fluyeron en la séptima edición de Cultura x Trabajo. La octava edición se hará el 30 de octubre en Puerto Esperanza.
Que Puerto Rico es una de las ciudades más bonitas de la provincia de Misiones, quizás no sea ya una afirmación novedosa. Esta comuna, fraguada al fuego del sueño inmigrante y recostada a los pies del viejo río Paraná, tiene además para ostentar, la condición de ser portal de signos y expresiones culturales que sorprenden en su amplitud y diversidad. Esta virtud se cristalizó con fuerza en la séptima edición del Festival Cultura x Trabajo realizado el último sábado. Una vez más, esta política pública provincial, que se pensó como parte de la estrategia para ayudar a la comunidad artística ante el parate obligado por la crisis sanitaria, terminó generando dos horas de puro disfrute vía streaming en el que, como anfitriona, Puerto Rico no dejó pasar la oportunidad de hacer brillar a sus artistas.
Todo comenzó en el vestíbulo de la noche, con la selección del DJ Apu Riedmaier, quien se valió de clásicos del cancionero folklórico misionero para dar rienda a una velada para el recuerdo. Nuevamente, el protocolo sanitario y el profesionalismo del equipo técnico, hicieron posible una transmisión sin riesgos ni fisuras. Así, mientras a un costado del escenario principal, el artesano Jorge Arrieta comenzaba a labrar piezas con bambú y semillas autóctonas, el pintor Claudio Szulczewski hacía lo propio valiéndose de la técnica de impasto (método usado por Vincent van Gogh) y a la búsqueda de plasmar un paisaje típico de la naturaleza puertorriqueña.
En simultáneo Vinilo, conjunto formado en 2019 por músicos de Puerto Rico y Garuhapé, soltaba las inconfundibles primeras melodías de «Lunes por la madrugada», hitazo de Los Abuelos de la Nada, que fue sucedido por otro de similar impronta: Luna de miel, de Virus. La música siguió su curso con la emisión de un videoclip del grupo Vivac, otra de las bandas de rock que pisa fuerte en la región.
El destino quiso que la fecha de realización de esta séptima edición del Cultura x Trabajo coincida con el Día Nacional de la Danza, que se conmemora cada 10 de octubre en homenaje a los bailarines del teatro Colón fallecidos en una tragedia aérea ocurrida el 10 de octubre de 1971. Honrando esta efeméride, las bailarinas Victoria Meyer, Celeste Encina y Chiara, entregaron coreografías de fandango y danza neoclásica. El tridente, forma parte de la prestigiosa Escuela Dancorit, dirigida por Úrsula Martens.
La voz venturosa de la cantante y profesora de canto Yamila Carballo, aportó folklore a la noche y dejó lugar a la literatura, que se plasmó en la lectura de un movilizante texto del narrador e historiador Matías Wendt. El rock no tardaría en regresar al estrado, pero esta vez con una propuesta minimalista y exquisita, de la mano de Julio Arguello (guitarra y voz) y Luis Bernal (saxo), que incluyó el clásico de Arco Iris, «Mañanas campestres».
Laura Lagable, Subsecretaria de Fomento y Regiones Culturales de la Secretaría de Estado de Cultura de la Provincia, no escatimó reconocimientos al equipo de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Puerto Rico y a la Dirección Provincial de Cultura Región Río Paraná, para ser seguida por el intendente Gustavo Koth, quien recordó que el municipio declaró a esta edición de Cultura x Trabajo de interés cultural municipal y agradeció a todas las personas e instituciones involucradas por hacer posible el evento
Con 45 años de historia a cuestas, la Escuela y Taller de Títeres de Puerto Rico – fundada por Rosita Escalada Salvo, Héctor Di Mauro y Erica Huber –dio continuidad al festival con una lograda recreación del clásico de la literatura infantil, El Grúfalo, adaptada al teatro de sombras.
Luego fue el turno de Ryujin Daiko, un grupo de percusión con tambores japoneses. Adaptando una presencia para la ocasión – con solo 4 integrantes- ofrendaron uno de los momentos más potentes de la noche, y marcaron desde este arte milenario, la presencia cultural de una colectividad con más de cien años en la tierra roja.
Una perfomance muy inspirada de integrantes de la Escuela de Danza Misiones, anticipó el despliegue escénico fantástico de la Murga de Puerto Rico, que entre muñecos y buenas actuaciones, plasmaron escenas que remiten a la historia del pueblo, vívidamente atravesado por la inmigración alemana, y en las cuáles se advirtieron las reminiscencias a pioneros como Carlos Culmey el padre Max Von Lassberg.
El tramo final encontró al grupo Los Vilas mostrando toda su sapiencia en los ritmos cerveceros y cumbias, géneros que vienen abrazando hace 11 años, haciendo bailar a toda la zona cada fin de semana en boliches, fiestas privadas y eventos. Después, solo quedó tiempo para el cierre, con un homenaje visual al cantor, poeta e inventor del gualambao, Ramón Ayala, a cargo de Rodolfo Vega y Juan Carlos Melgarejo.
Excelentemente conducido por la comunicadora Norma Traid y por Maxi Vargas, esta séptima edición del Cultura x Trabajo volvió a cumplir sus objetivos: llevar expresiones artísticas a los hogares y contribuir con los trabajadores culturales en tan difíciles momentos. La próxima aventura, como lo anticipó Laura Lagable, será el 30 de octubre, en el noroeste de la provincia, más precisamente en Puerto Esperanza.
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Prensa Ministerio de Cultura
ANG: Juan Martín Olmedo
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