Durante el aislamiento social obligatorio los femicidios aumentaron, una estadística realizada en todo el país arrojó 110 muertes. Misiones ocupa el cuarto lugar, estando en primer lugar Buenos Aires, segundo Santa Fe y tercero Tucumán.
La doctora Miriam Blas, directora general del Centro Provincial de la Mujer (Cepromu), en comunicación con ANG y Radio Génesis, comentó que desde hace tiempo la institución trabaja en toda la región con “un alto índice de violencia hacia la mujer”.
“El lugar que ocupa la mujer culturalmente es detrás del hombre, a la madre le pegaron, a la abuela le pegaron y si a mí me pegan es que tiene que ser así. Está costando que la mujer tome ese lugar de empoderamiento social y diga basta”.
Una de las principales causas que limitan la decisión es que dependen económicamente del victimario. “Muchas veces no hacen la denuncia porque no quieren quedarse en la calle, tenemos una justicia lenta y eso es lo que más estamos trabajando”, manifestó la funcionaria.
Además, destacó que notaron un aumento de casos de violencia en el primer mes de la cuarentena, acompañado de una “violencia social” que también se incrementó con los efectos colaterales que provocó la pandemia.
Hoy el CEPROMU tiene “2.527 carpetas abiertas”, este número incluye abusos y violencia infantil. El organismo ofrece tratamientos psicológicos a la víctima, a su familia y también al agresor en caso que tenga la voluntad de cambiar, ya que algunos sufrieron abusos o violencia de niños y otros tienen adicciones, principalmente consumo de alcohol.
“El primer paso es decir basta, no tengo porqué pasar por esta situación, la mujer cree que va a cambiar y lo justifica, desde allí tenemos miles de maneras de pedir ayuda, por ejemplo, pasar una receta de cocina a una amiga donde entre líneas dice que sufre violencia”, indicó Blas.
Existe una figura legal que es “la denuncia anónima”, es decir la única persona que sabrá quién realiza una denuncia es la jueza a cargo del Juzgado de Familia.
Si bien las escuelas ahora están cerradas, era allí donde se descubrían la mayor cantidad de casos de violencia, ya sea porque los niños le contaban a sus docentes lo que sucedía en su hogar o porque las maestras veían cambios en la conducta de los chicos. Así mismo, un vecino, conocido o familiar de la víctima puede hacer la denuncia anónima.
Blas explicó que ante una denuncia realizada a la línea 137 “en el momento agudo de la situación” un equipo de profesionales conformados por psicólogos, trabajadores sociales y la policía asisten al lugar del suceso, trasladan a la víctima a un lugar seguro y a partir de ese momento el CEPROMU realiza el seguimiento y atención del caso.
En el caso que la víctima asista a la policía a realizar la denuncia, las autoridades tienen la obligación de tomarla y/o a trasladarla a la Comisaría de la Mujer, pero “no pueden dejarla ir sola”.
Por otro lado, la institución junto a la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) brinda a las víctimas cursos sobre “oficios” que duran cuatro meses, así mismo, el Estado les entrega material de trabajo por ejemplo, una máquina de coser para realizar arreglos de costura o un juego de ollas para cocinar comida y venderla.
“En esto la pandemia nos limitó porque teníamos pensado trabajar con los presidentes de barrio para que sea el centinela del barrio, para ayudar, estar alerta, si escuchan gritos no cerrar la puerta”, aseguró Blas.
#ANGuacurari
Gabriela Marina Cardozo – Multimedio Génesis
Eldorado
Edición: Domecg, Ana Lía
ANG – Agencia de Noticias Guacurarí
Facebook
Twitter
Instagram
Google+
YouTube
RSS