El gobierno de Misiones, en ejercicio del rol institucional que le asignaron los votos de los misioneros, ha cubierto necesidades que se exacerbaron en el marco de la emergencia sanitaria y epidemiológica. Uno de los sectores que tuvo problemas para acceder a los alimentos básicos en todos los municipios ha sido el de los celíacos, personas que no pueden consumir productos que contengan trigo, avena, cebada o centeno (TACC). El programa que asiste a este grupo es ejecutado por el Ministerio de Desarrollo Social, la Mujer y la Juventud y llega a comunidades en las que se hizo imposible adquirir los elementos necesarios para la alimentación diaria.
El Programa de Atención Integral a Celíacos, a cargo de la subsecretaría de Acción Social del ministerio de Desarrollo Social, se ejecuta bajo la Ley Provincial XII – N° 15. En el marco de la implementación de la asistencia en salud y seguimiento que se hace a cada uno de los misioneros inscriptos en el programa, la entrega de los módulos de alimentos sin TACC se realiza todos los meses. Con el cambio de gobierno nacional y la pandemia, la entrega estuvo retrasada varios meses ya que son enviados por un acuerdo con el gobierno argentino.
Las políticas públicas impulsadas por el gobernador Oscar Herrera Ahuad se destacan por llegar a los sectores sociales a los que nadie más atiende o que tienen problemas estructurales para poder ejercer el pleno goce de sus derechos. Esto se ve reflejado en tiempos de pandemia y aislamiento social obligatorio, ya que desde el Ministerio conducido por Benilda Dammer se ejecuta un programa de entrega en cada uno de los municipios en los que hay un misionero que lo necesita.
El caso de Azara es un ejemplo del alcance de las acciones del gobierno de Misiones. Hasta hace un par de años sólo había una joven que padecía la enfermedad, y estaba cubierta por la obra social de la madre. Tras cumplir 18 se quedó sin la cobertura, comenzaron los problemas de acceso a los alimentos específicos y económicos para la familia. Hoy son tres las mujeres en el municipio que están diagnosticadas y que, sin poder tomar un colectivo interurbano para viajar hasta Apóstoles ya que en Azara no tienen los productos disponibles, son asistidas por el programa provincial.
Al elevado costo de los productos sin TACC, medio kilo de harina se consigue por alrededor de $300, se suma la necesidad de contar con los recursos económicos para viajar a comprar alimentos y, si no se puede, intentar cubrir los nutrientes básicos «con lo que hay». En el caso de la localidad de San José, el intendente Jorge Tenaschuk ya adelantó que enviará un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante para que “al menos los comercios más grandes” tengan en sus góndolas los productos para los celíacos.
La ciudad de Posadas tiene promulgada la Ordenanza Municipal II – N°60 desde el 2013, en la que se establece la obligatoriedad de destinar un sector de productos libres de gluten a centros comerciales, supermercados e hipermercados, cumpliendo con ciertas condiciones mínimas de seguridad e higiene. Aún con ordenanza vigente, las asociaciones de celíacos desarrollan actividades informativas en los comercios para que adhieran a la normativa y ofrezcan los productos libres de gluten en sus góndolas.
Desde la Renovación siempre se ejerció la máxima del ingeniero Carlos Rovira por la que “solo los hechos dan fe a las palabras”, en este caso el derecho a la salud y a la alimentación. Lo que sucede en Azara con estas tres mujeres se replica en otras localidades de Misiones, de allí la importancia de las políticas públicas para cubrir los baches que deja «el mercado». Un estado presente, cerca de la gente, por y para los misioneros.
Prensa del Ministerio de Desarrollo Social, la Mujer y la Juventud
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