Desde muy joven, Liliana Galeano descubrió que su vocación estaba frente a un micrófono. “Amo la radio desde hace mucho tiempo, desde que tengo 12 o 13 años, cuando pude ingresar por primera vez a un estudio en la ciudad de Jardín América”, recuerda con emoción.
Oriunda de Caraguatay, Liliana regresó a su pueblo natal tras esa primera experiencia, convencida de que la comunicación sería parte esencial de su vida. Cursó la formación secundaria en Montecarlo, en tiempos en que el sistema educativo argentino atravesaba cambios profundos durante la década del 90.
“En esa época se desdobló la educación y teníamos tres turnos, con el modelo del presidente Carlos Menem”, relata. Fue allí, en la Escuela Normal Superior Nº 2 de Montecarlo, donde comenzó a dar sus primeros pasos en la comunicación al elegir el taller optativo de comunicación, una materia que marcaría definitivamente su camino profesional.
Su pasión por la radio se consolidó gracias a la influencia de grandes docentes, entre ellos Norma Ramos, una maestra de nivel primario que dejó una huella imborrable en Liliana. “Tuve una muy fuerte base de una gran docente… que fue presa política en la época de la dictadura. Ella ha marcado profundamente mi amor por la radio y por la comunicación”, recuerda.

Ese amor por comunicar se vio reforzado por su experiencia laboral temprana en el ámbito cooperativo, donde descubrió la importancia del altruismo y del trabajo en equipo. “Empecé a trabajar desde muy joven en cooperativas de servicio que nacieron en función de una necesidad en nuestra provincia, y a partir de ahí empecé a formarme”, comenta Liliana.
Los primeros pasos en la radio profesional vinieron de la mano de la alternancia entre los talleres escolares y la práctica en FM Horizonte, donde todos los sábados transmitían un programa sobre lo aprendido en el aula. Más adelante, consolidó su carrera trabajando en Canal 5 Montecarlo Audición Color, alternando televisión y radio.
Su vida profesional siempre estuvo acompañada por la dimensión familiar. “En ese proceso yo pude maternar, criar y educar a mis hijas, hacerme responsable de mis padres grandes…”, relata Liliana, destacando el apoyo de su madre y la visión de su padre para impulsar a sus hijas a crecer.
Con la experiencia acumulada, Liliana dio un paso a la comunicación corporativa, incorporándose a Alto Paraná S.A., hoy Arauco, una multinacional con fuerte enfoque en responsabilidad social empresaria. “Trabajar con comunidades aborígenes, comunidades alejadas del casco céntrico, y convivir en medio de grandes plantaciones con escuelas, salitas de primeros auxilios y comunidades barriales, te hace volverte todoterreno en el afán de comunicar y entablar relaciones con la comunidad”, afirma.
Por razones personales, vivió 15 años en Buenos Aires, lejos de su querido Montecarlo, regresando finalmente a la provincia para retomar su gran pasión: la radio. “Amo la comunicación y todo lo que representa poder hacer a través de ella esa vocación de servicio, eso de tener puentes, de tener redes…”, reflexiona. Desde entonces se estableció en la mañana de FM 096.3 y, con la llegada de los nuevos formatos digitales, incursionó también en streaming, formando parte del equipo de la primera mañana junto a Julio Germán Barreto.

Hoy, Liliana combina su amor por la radio con un fuerte compromiso social. Todos los miércoles conduce un espacio llamado “Emprendedoras y Emprendedores”, donde vecinos de Montecarlo cuentan sus proyectos, inspirando y orientando a quienes recién comienzan. “Nos sorprende gratamente cómo algunos empezaron con pocas herramientas y hoy han mejorado sus casas, comprado terrenos y generado mano de obra. Que esto se pueda contar a través de la radio y servir de orientación para otros es súper valorable”, comenta.
Además, Liliana continúa ampliando su vocación de servicio de manera directa. Actualmente cursa asistente terapéutico para personas con consumo problemático, y se encuentra cerca de recibirse para poder sumar esta herramienta al trabajo de contención en escuelas e instituciones de Montecarlo. “Ese espacio de servicio requiere una mirada solidaria hacia el prójimo, y esto me permite acompañar aún más a nuestra comunidad”, concluye.
Liliana Galeano no solo comunica; construye puentes, redes y oportunidades, demostrando que la radio puede ser herramienta de inclusión, transformación social y contención comunitaria.
Juana Gorczak
Proyecto Mujeres Guacurarí en Acción
AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ



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