Arturo Vandendorp, ex intendente de San Ignacio, partió luego de una larga y valiente lucha contra una grave enfermedad. Su fortaleza, su fe y su entrega hasta el último día reflejan el espíritu de quien siempre vivió con convicción, humildad y amor por su gente.
Durante toda su vida fue un fiel defensor de la justicia social, comprometido con los valores del trabajo, la solidaridad y la igualdad. Su gestión y su accionar cotidiano estuvieron guiados por el deseo profundo de ver crecer a su pueblo y de mejorar la vida de cada vecino.
Quienes lo conocieron saben del cariño que repartía, de su palabra justa, de su respeto por todos y de su incansable compromiso con San Ignacio. Hoy su partida deja un profundo dolor, pero también un legado de ejemplo y de lucha que quedará para siempre en nuestra memoria.
«Gracias por tanto, abuelo.
Gracias por todo lo que hiciste por San Ignacio, por tu ejemplo de vida, por tu compromiso con la comunidad y por el amor que sembraste en cada rincón de este pueblo.
Tu recuerdo vivirá siempre en cada uno de nosotros, en cada historia, en cada logro que inspiraste.
Te vamos a llevar siempre en el corazón».
Dijo su nieto Thiago Vandendorp
#ANGuacurari
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