
La reciente resolución del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones de rechazar la viabilidad ambiental del proyecto de kartódromo en Puerto Iguazú por el impacto negativo que tiene en el entorno, fue respaldada por diversas organizaciones ambientales, quienes destacaron la medida por su enfoque en defender los ecosistemas misioneros.
Organizaciones de alcance internacional, como Greenpeace, y de referentes ambientales reconocidos a nivel mundial, destacaron la importancia de frenar proyectos que amenacen áreas con tanta biodiversidad como las que rodean la zona. Desde estas voces se valoró la decisión como un ejemplo de gestión ambiental responsable, alineada con los compromisos globales de conservación. Además, señalaron que proteger estos territorios no solo es fundamental a nivel local, sino que también contribuye a la preservación de ecosistemas clave a escala regional y mundial.
La decisión de la cartera ambiental se basó en la evaluación de impactos negativos que la actividad implicaría en la zona, debido a su cercanía con el Parque Provincial Puerto Península. El informe técnico señaló riesgos ambientales como contaminación acústica, lumínica, del aire, suelo y agua, fragmentación del hábitat y mayor peligro de incendios forestales sobre un área protegida de alto valor ecológico, donde habitan especies amenazadas como es el caso del yaguareté (Panthera onca), un monumento natural de la provincia.
Frente a este escenario, el presidente de la Fundación Dante Piesco y el Centro de Rescate Ohana, Fernando Piesco, calificó el proyecto como un “atropello ecológico” y manifestó su preocupación por los daños ocasionados en un área clave para la biodiversidad misionera: “Se avanzó sin estudio ni aprobación previa en un área donde se sabe que hay presencia de especies sumamente importantes. Pensar en instalar allí motores, ruido y circulación de personas es totalmente ilógico. Los animales tendrían que desplazarse, no soportarían ese nivel de perturbación”, advirtió.
Desde Ohana también exigieron la reparación del daño ambiental: “Esa deforestación tiene que ser remediada, las personas responsables deben hacerse cargo”, subrayó Piesco. Cabe destacar que de las 5 hectáreas que correspondían al predio en obra el daño ocasionado fue de poco más de una hectárea, lo que corresponde a un 22% de la superficie afectada.
En el mismo sentido se expresó Agustín Paviolo, investigador del CONICET y coordinador del Proyecto Yaguareté, quien consideró “acertada” la decisión del Ministerio de Ecología: “Para construir la pista se desmontó una zona muy sensible junto a un área protegida. El funcionamiento de un kartódromo allí podría afectar seriamente a la flora y fauna nativas. La no autorización es correcta y este tipo de infraestructura debe buscar otros emplazamientos, lejos de zonas con alto valor ecológico”, sostuvo.
Asimismo, remarcó la necesidad de iniciar un proceso de restauración ambiental: “El daño ecológico es considerable y aunque el monte puede regenerarse, eso llevará años, pero es fundamental comenzar ese proceso”, agregó.
Por su parte, desde Aves Argentinas señalaron que si bien no están en desacuerdo con un emprendimiento de este tipo en la ciudad, consideran que el sitio elegido no es el adecuado: “Ese predio es un área de amortiguación del Parque Provincial Puerto Península, con presencia confirmada de muchas especies de alto valor para la conservación”, remarcaron. Desde esta organización, que trabaja en articulación con distintos municipios para fomentar el turismo y la producción sostenibles, sostienen que el municipio de Puerto Iguazú debe «seguir promoviendo iniciativas que se enmarquen en ese horizonte».
Desde el Refugio de animales Silvestres Güirá Oga (con sede en Puerto Iguazú) expresaron su profunda preocupación ante el avance del proyecto del kartódromo, debido al impacto negativo que este tipo de actividad genera en una zona lindante a un área con este valor biológico: “El desarrollo de este emprendimiento no solo comprometería la conservación del entorno, sino que también podría afectar gravemente los servicios ambientales que este ecosistema brinda a la comunidad”, advirtieron desde la institución. Además, destacaron y valoraron el accionar del Ministerio de Ecología “por su compromiso con la protección de estos ambientes, por hacer cumplir la normativa y sostener como medida de restauración la reforestación del área con especies nativas”.
Las posturas expresadas frente a la decisión del Ministerio de Ecología reflejan un consenso general en defensa de la conservación ambiental y el respeto por las normativas vigentes. Desde los distintos sectores vinculados a la protección de la biodiversidad, se destaca que el rechazo al proyecto del kartódromo responde a la necesidad de priorizar la integridad de los ecosistemas ante actividades que generan impactos negativos.
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