El humo se utiliza para proteger cultivos de las heladas. Se crea una capa de humo sobre los cultivos para generar una especie de efecto invernadero que eleva ligeramente la temperatura y reduce el riesgo de daños por heladas. Este método es especialmente útil para proteger cultivos sensibles al frío durante las noches de helada.
¿Cómo funciona?
El humo actúa como una barrera que impide que el calor escape de la superficie de la tierra y de las plantas, creando así una capa de aire más cálido que protege de las bajas temperaturas.
Métodos comunes para generar humo:
Fogatas:
Se pueden encender pequeñas fogatas estratégicamente ubicadas alrededor de los cultivos.
Barriles con aserrín y cáscara de arroz:
Se utilizan tambores abiertos donde se quema una mezcla de aserrín y cáscara de arroz para generar humo de manera controlada.
Rollos de pasto elefante o plantas de maíz o caña secos:
Quemar los rollos es otra opción para generar humo de forma más lenta y controlada.
Calidad del humo:
Se recomienda utilizar materiales que produzcan un humo limpio y denso, evitando aquellos que liberen sustancias tóxicas.
Cantidad de humo:
Es importante controlar la cantidad de humo para evitar problemas de contaminación del aire y afectar la salud de las personas.
Viento:
La efectividad del humo puede verse limitada por fuertes vientos, por lo que es importante evaluar las condiciones climáticas antes de utilizar este método.

IMaC – Instituto de Macroeconomía Circular Gobierno de Misiones
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