En el corazón de Aristóbulo del Valle, la historia de Rosa Dora Casalava destaca cómo la feria franca ha transformado vidas. Con más de 28 años de dedicación, su experiencia ilustra un modelo de éxito y cohesión comunitaria.
Rosa Dora Casalava es una de las muchas mujeres feriantes que han hallado en la feria franca una valiosa oportunidad para mejorar la calidad de vida de su familia. Con 28 años de experiencia en este mercado, Rosa Dora compartió su inspiradora historia con Mujeres en Acción de la Agencia de Noticias Guacurarí.
Originaria de Pje Pindaity, Rosa Dora llegó a Aristóbulo del Valle hace 55 años con su familia. Comenzó su andadura en la feria franca el 30 de marzo de 1996, junto a su esposo y sus cuatro hijos. A lo largo de los años, han vendido sus productos en varios lugares, desde la vereda del local del intendente Fontana hasta el Parque Lineal «La Bajadita», donde el municipio les proporcionó una estructura y carpas.
La feria franca ha sido un punto de inflexión significativo en la vida de Rosa Dora y su familia. Les ha permitido mejorar económicamente, enviar a sus hijos a estudiar y mejorar su vivienda. Además de los beneficios económicos, la feria les ha brindado la oportunidad de hacer amigos y conectarse con la comunidad.
El 28 de agosto, el Concejo Deliberante del municipio le rindió un merecido reconocimiento a Rosa Dora por su dedicación y esfuerzo en la feria franca. «Me siento muy orgullosa junto a toda mi familia», expresó emocionada.
La historia de Rosa Dora es un testimonio del impacto positivo que la feria franca ha tenido en la vida de muchas mujeres y familias en la provincia de Misiones.
Juana Gorczak – 25 de Mayo
Proyecto Mujeres Guacurarí en Acción
AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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