En Oberá genera gran convocatoria en cada presentación. La Murga del Monte es un grupo de teatro de vecinos o teatro comunitario que se formó en el año 2000 para rescatar historias de la memoria colectiva y recrearlas.
El grupo trabaja en la producción y presentación de obras teatrales que representan a través de la música, el canto, la plástica y la actuación los momentos más significativos de la historia de la comunidad.
Amas de casa, estudiantes, profesionales y desocupados participan de este grupo y realzan el espíritu de lo popular demostrando que, «cada vecino», guarda en su interior la posibilidad de manifestar la vida de la comunidad a través de personajes en una producción teatral colectiva.
Karina Spinozzi integra el grupo desde el primer día, es la actual Directora y en primera persona le relató a ANG la historia del grupo.
«Yo nací en Santa Fe, pero a los cinco años ya me vine a vivir a Misiones con mi familia y nosotros nos mudamos a Andresito en el norte. Ese pueblo se funda en el año 80, entre el final del 79 y los 80. Entonces era un contexto muy precario en relación a todo, a los servicios básicos, ya sea agua potable, luz, lo que se te ocurra, y por supuesto, por ende la cuestión cultural estaba muy ausente. Pero bueno, yo toda mi infancia estuve yendo y viniendo entre Buenos Aires, Santa Fe y Misiones, mucho yendo a Posadas, a Iguazú, a Eldorado. Entonces siempre como tratando de encontrar alguna actividad para hacer. Mi familia siempre fomentó eso y a mí siempre me interesó como la actividad teatral. En la adolescencia sí ya estuve cerca quizá de los festivales de teatro en Eldorado, de movidas vinculadas al circo, siempre me gustó mucho esa instancia. Y cuando me fui a la universidad, cuando me fui a estudiar, ahí se me abrieron las oportunidades, entonces inicié con talleres en Teunam y otros espectáculos, eventos, y en ese marco rápidamente di con un espectáculo de teatro comunitario en Posadas de la Murga de la Estación. Su primera obra tenía que ver con la historia de Misiones, Misiones Tierra Prometida, y a mi eso me movilizó muchísimo, porque había mucha gente en escena, ese primer espectáculo involucraba a más de 120 personas, había gente de todas las edades, como le corresponde al teatro comunitario, y fue una locura, me reí, lloré, había música, había un elemento plástico muy presente, color, realmente me entusiasmó muchísimo, e inmediatamente dije, bueno, ese es el camino, eso es lo que yo quiero hacer. Ya estudiando en Oberá, en la Facultad de Arte, siempre en contacto con las artes plásticas, con la cerámica, con la comunicación y el diseño».
El 9 de junio de 2000 «La Murga del Monte » presentó su primera obra, con 50 actores en escena. «Creo que, a diferencia de otro tipo de propuesta artística, el teatro comunitario es posibilitador de lo que vos te imagines o te veas. Creo que realmente hace evidente que uno puede estar del otro lado, porque, por lo menos en territorio, en los lugares donde uno es oriundo, por ejemplo, en el caso de Oberá, lo que le sucede a veces al espectador es que va al teatro, se encuentra con una obra de teatro, la cual disfruta, y no solo que la entiende y que se puede sentir interpelado incluso, o que puede ser parte de su historia en algún punto, sino que además ve sobre el escenario a su vecino. A lo mejor al señor que atiende el kioskito, o a un docente, o a un joven que fue su estudiante, no sé. Entonces creo que en ese sentido es posibilitador, porque no solamente lo dice verbalmente, sino que lo pone en cuerpo, entonces hace evidente esa posibilidad».
Desde el año 2008 el grupo cuenta con un espacio propio, un galpón que antiguamente funcionó como depósito de la industria del té. El espacio fue acondicionado como lugar de ensayo y de presentación de obras teatrales. Ahí se realizan los ensayos y las actividades propias de los talleres de canto, escenografía, títeres y música.
«La idea de la renovación del movimiento que tienen especialmente las grupalidades de teatro comunitario es muy interesante. En estos 24 años de quienes iniciamos el grupo quedamos unas 10 personas siendo que hoy, en su totalidad, con todos los proyectos, más o menos, está rondando las 100 personas. Hubo muchísimo movimiento. Gente que va, que viene, generaciones que iniciaron siendo unos pequeños niños y hoy están incluso a cargo de actividades, digamos, con responsabilidades o actuando ya en roles, obviamente, de adultos, porque son grandes. Hay gente que vino a La Murga, que no viene más, y que ha traído a sus hijos. Yo, soy una gran militante del teatro comunitario. Soy una militante de lo colectivo comunitario en general. Entonces, para mí todas las sociedades deberían de experimentar algún tipo de forma de lo colectivo comunitario y creo que la mejor manera es atravesarlo desde lo artístico, porque creo que es la mejor forma de construir esa experiencia, es la forma más sana y la que nos permite después transpolar esas actitudes, esas vivencias, esas acciones a otros niveles de la vida. Entonces, creo que en algún punto si hubiera un grupo de teatro comunitario en cada rincón, digamos, en cada pueblo, sería genial. Y una cosa que tiene de maravillosa este tipo de propuesta es que se constituye en relación a quienes son parte».
Para finalizar, afirmó «impensado el proyecto colectivo comunitario que se podía llegar a generar, además la perspectiva hacia adelante que no tiene techo, todo de las ganas de los vecinos y proyectos que se tenga”, resumió Carina Spinozzi, directora artística de la Murga del Monte
PROYECTO «MUJERES GUACURARÍ EN ACCIÓN»
Producción: Graciela Rojas
Idea, Producción y Coordinación: Walter López
ANG – Agencia de Noticias Guacurarí
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