En el barrio del Provenir, donde las calles serpentean alejándose de los ruidos urbanos para adentrarse en el verde natural, se encuentra el sitio donde Marcelo Ferreira decidió afincarse hace décadas para dar rienda suelta a su oficio y pasión: trabajar la madera.
Calles de tierra y niños jugando a la pelota. Llegar al taller de Marcelo Ferreira es casi un viaje en el tiempo. El rock progresivo que suena agradable en el ambiente de su vivienda (que a la vez es también la sala de exposición de sus trabajos) no hace más que afirmar la sensación de haber regresado un par de décadas, cuando la vida diaria transcurría a otro ritmo, alejada de las tribulaciones de nuestra vorágine actual.
Marcelo Ferreira, un hombre apasionado por su oficio, encuentra en la madera su lienzo y su herramienta, creando obras que fusionan la artesanía tradicional con la energía viva de la naturaleza. Su taller es su santuario, un refugio donde los troncos se transforman en sueños esculpidos por manos expertas.
La madera es su musa y su desafío. Desde la ebanistería hasta la escultura, sus creaciones nacen de una fusión entre la esencia natural de la madera y las formas caprichosas que adopta en la ciudad en constante evolución. «No es lo mismo un árbol que crece derechito en el monte como un árbol que crece aparasolado en un lugar solito que tiene mucho sol, entonces crea otra forma, ¿no?».
El sitio de Marcelo es también un rincón de descubrimiento, donde las especies de árboles se multiplican como secretos compartidos. «Un arboretum con más de 100 especies de árboles» se convierte en una estación de madera, una respuesta a la urbanización que amenaza con arrebatar los árboles de la ciudad. «La civilización está por todos lados, y los árboles molestan mayormente, hay que construir, están en una medianera, o justo donde va una pieza, un edificio, y lo van sacando de la ciudad, ¿no?».
La obra de Marcelo trasciende los límites de lo convencional, abrazando desde las cucharas con las que arrancó el oficio hace varias décadas, hasta tallas bajos relieves, muebles y puertas, y las recientes incursiones en la creación de bachas para baño o cocina, las que se pueden hacer a medida. Su versatilidad es un reflejo de su deseo constante de mantener viva su imaginación, de no permitir que la rutina apague la chispa creativa. » haciendo un surtido de cosas, la imaginación se mantiene despierta. Esa inquietud ahí está latente siempre, ¿no?».
En cada pieza que crea, en cada rincón de su taller que comparte, Marcelo Ferreira lleva consigo la esencia misma de la madera, el arte y la pasión. Su historia es la historia de la madera esculpida por la vida, de la creatividad que florece en las manos de un artesano apasionado y del Provenir que guarda los secretos de sus creaciones.
Para visitar a Marcelo y conocer sus obras y de paso escapar de la vorágine citadina a tan sólo 20 minutos del centro posadeño, basta con enviar un mensaje al 376-468-5625.
Para observar algunos de sus trabajos: IG: @ferreiramarceloenrique / FB: marcelo enrique ferreira
Prensa del Ministerio de Cultura
ANG AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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