Este lunes entra en vigencia el Programa Ahora Canasta, iniciativa que servirá para abaratar el costo de los alimentos a las familias misioneras en un momento donde los aumentos de precios están descontrolados y la inflación de julio fue la más alta de los últimos 20 años. Oportuna, quirúrgicamente precisa y muy celebrada la ocasión y la decisión de este nuevo programa.
No es otra cosa que producto de escuchar las necesidades de la gente y actuar en consecuencia con esos planteos para resolverlos. No se pudiera lograr semejante nivel de respuesta sin estar cerca en forma diaria, sintiendo y viviendo lo que viven los ciudadanos comunes, de a pie, aquellos que trabajan, que producen y que construyen una provincia emprendedora y pujante.
Hoy se percibe una sinergia profunda y muy fuerte entre el Gobierno del Frente Renovador y los ciudadanos misioneros, que se identifica en las permanentes acciones que se llevan adelante en conjunto, codo a codo con los diferentes sectores, con el fin de atender o mejorar la calidad de vida de las personas, ciudades o grupos.
Así como el Ahora Canasta aliviará el precio de los alimentos a todos los misioneros, en la semana también se anunció un subsidio a unas mil familias endeudadas en el Gobierno de Mauricio Macri mediante los créditos hipotecarios UVA.
La angustia que genera el riesgo de perder la única casa familiar tuvo una respuesta contundente del gobernador Herrera Ahuad quien dispuso un aporte de 100 millones de pesos para ayudar con el pago de las cuotas, siendo Misiones la única provincia del país que sale en auxilio de los damnificados en el marco de este programa nacional que actualiza el valor por inflación y que está perjudicando a 104 mil familias en todo el país.
Esta sinergia, el hecho de trabajar muy cerca de la gente, gobernar escuchando las necesidades y caminando los barrios ha posicionado a los referentes políticos del gobierno en altísimas imágenes de gestión y de intención de voto. El hecho, por ejemplo, del gobernador llegando casa por casa a realizar el censo en mayo pasado, es impensado en otra provincia del país por los niveles de rechazo de sus mandatarios.
Pero el trabajo cercano, como uña y carne, entre los funcionarios y la gente común han conformado una relación casi indestructible. La gente confía en los gobernantes porque ve resultados en sus acciones diarias, encuentra respuestas a las demandas y preocupación por los problemas. Algo que a nivel nacional es totalmente lo contrario: la gente rechaza y se aleja cada vez más de los dos grandes frentes que viven de la grieta, el Frente Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. Ninguno ha solucionado nada y solo llegan a los ciudadanos a través de las redes sociales o los medios nacionales de comunicación.
Misiones no tiene techo en la medida que siga y profundice este camino. Se percibe que el crecimiento recién empieza y en las ideas políticas del Gobierno hay proyección para mucho más desde lo económico, desde social y educativo.
Algo que para muchos es asombroso, para las ideas de la conducción del Frente Renovador es recién el comienzo, el calentamiento de motores. Y la prueba es que, si en medio de una profunda crisis económica nacional Misiones muestra los mejores indicadores del país, cuando la situación macroeconómica mejore no habrá límites ni techo al crecimiento y desarrollo de las políticas que se van diagramando y ejecutando.
No se descuidó en la semana el aspecto del medio ambiente, algo en lo que Misiones viene trabajando muy fuerte y con sobrados resultados. Esta vez se dio solución a un tema que hacía ruido y merecía una acción.
En el último día de la semana recibiendo al ministro de Ambiente, Juan Cabandié, el gobernador firmó un convenio para colocar radares en el acceso al Parque Nacional Iguazú y disminuir así la mortandad de animales atropellados por conductores que no disminuyen la velocidad. Al ser un espacio de jurisdicción nacional, tanto el parque como la ruta, debía venir desde el Estado Nacional. El reclamo se había planteado hace años y al fin la respuesta llegó. Otro paso en el cuidado de la flora y la fauna provincial.
La tierra sin mal mostró su modelo productivo e industrial en el ciclo de Clarín, Democracia y Desarrollo, donde Herrera Ahuad expuso el martes dejando una fuerte impresión delante de los sectores políticos y económicos más poderosos del país.
Mientras los exponentes de grandes provincias se quejaban por la presión fiscal y el pago de retenciones a las exportaciones; el misionero les mostró otro camino: Herrera Ahuad habló de las economías regionales pujantes, pero sin usar agroquímicos, sin desmontar la selva y sin monocultivo. Destacó el modelo que se proyecta a la agricultura orgánica, produciendo alimentos sanos en pequeñas porciones de tierra, sin contar con las ventajas que tienen otras provincias como el combustible más barato, la cercanía a los grandes puertos y las redes de gas natural.
Aprovechó a la vez para volver a insistir con el reclamo de un pago por los servicios ecosistémicos que le brinda Misiones al resto del país gracias al cuidado de la selva que genera las condiciones de humedad y lluvia para beneficiar a los grandes monocultivos de la Pampa Húmeda. Si Misiones decidiera desmontar para producir soja, por ejemplo, una gran parte de la producción pampeana decaería por disminución de las lluvias.
En este sentido enfatizó que la mirada sobre las economías regionales debe ser integral, contemplando a todos, no solamente desde la mirada del sector más rico e influyente como es el sector que produce granos y logra exportaciones anuales por miles de millones de dólares al año. Respeto y firmeza mostró el gobernador delante de los sectores más poderosos.
Esa imagen también se proyecta desde Misiones en lo político: respeto por un modelo que gobierna sin peleas, que administra sin derroches y que gestiona junto con la gente.
#ANGuacurari
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