Las provincias que están alineadas políticamente a los frentes nacionales, Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, se quedaron estancadas en la grieta, en la burbuja política de la interna, sin brindar respuestas a la gente, paralizadas.
El costo de cumplir a la clase dirigente de Buenos Aires es entregar a las sociedades de las provincias, sin poder reclamar, sin poder gestionar y perdiendo tiempo y recursos en las peleas internas dentro del propio frente o con los otros espacios.
A diferencia de ellas, la Renovación goza del privilegio de no tener jefes en Buenos Aires y eso repercute en una gestión activa, concentrada en brindar respuestas a las necesidades, provocando beneficios en la gente.
Misiones expone una sociedad moderna, desde el punto de vista económico, educativo, y político. En tiempos donde se habla mucho de libertad económica o liberalismo, la Renovación marca un camino inédito y observado con asombro por el resto del país, un camino que se erige como el liberalismo político, sin jefes en Buenos Aires y respondiendo solo a los ciudadanos de Misiones.
Se decidió romper definitivamente con todas los armados nacionales porque son un engaño que atrapan a las provincias en un oligopolio político al servicio de los jerarcas de Buenos Aires que solo satisfacen sus intereses y del país central.
Prueba de eso es lo que hacen los representantes misioneros de los dos grandes frentes, los diputados nacionales misioneros de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos. En los últimos años no consiguieron nada para los ciudadanos, al contrario, pusieron trabas al desarrollo de Misiones cuando tuvieron que obedecer los mandatos partidarios nacionales, como cuando Arjol, Schiavoni y Klipauka votaron en contra de la Zona Aduanera Especial.
La libertad que se ejerce desde un partido provincialista que no depende de los mandatos nacionales es igual a romper las cadenas de la esclavitud, de la dependencia ideológica, no tiene precio. Y cobra más relevancia cuando se observa que los dos espacios nacionales han fracasado en los últimos años, siendo gobierno.
Esa parece ser la clave del apoyo cada vez más grande que tiene el Frente Renovador de Misiones. Las adhesiones permanentes de las corrientes juveniles, de los círculos profesionales, de las asociaciones agrarias, que están adhiriendo plenamente al concepto del liberalismo político. Porque solo de esa manera se pueden concitar los sueños y las esperanzas, tomando decisiones en el terreno producto de estar cerca y escuchar a la gente.
No se puede cumplir el sueño o responder a la necesidad de un misionero estando pendiente a las ordenes de Buenos Aires, porque Buenos Aires y los frentes nacionales tienen otra agenda, donde el misionero queda relegado.
Esa autonomía despierta creciente interés de otros gobernadores y otras provincias, que se sienten atraídos por el modelo político renovador y tienen pretensiones de emular en sus territorios, seducidos por la idea de preservarse y preservar sus provincias de la crisis nacional de los dos frentes.
El valor que tuvo la boleta corta sigue creciendo cada vez más en la misma proporción que la gente cree y confía cada vez menos en JxC y FdT.
Hasta el ánimo de la sociedad es diferente en una provincia donde el gobierno prioriza la paz social, el trabajo y las soluciones, escapando a la grieta, las internas y las peleas improductivas que la gente tanto rechaza. En Misiones se respira tranquilidad, se trabaja y se produce con alegría, es una isla en medio del gran conflicto nacional.
La vorágine económica que se vive en la Provincia es producto de las decisiones políticas que se toman concentradas en agitar el círculo virtuoso del consumo, la construcción, la industria y el desarrollo de las economías regionales. Como por ejemplo la gestión para lograr el nuevo programa Ahora Canasta, que el gobernador acordó con Daniel Scioli y se pondrá en marcha en los próximos días, generando un descuento y abaratamiento de la canasta de insumos básicos de las familias misioneras.
O el mismo esquema de servicios de transporte escolar gratuito, salud y justicia que ofrece Misiones, llegando a cada rincón del territorio, permitiendo el acceso a todos los habitantes, lo cual repercute inmediatamente en una firme mejora de su calidad de vida.
En la comparación con la provincia más cercana, Corrientes, gobernada por un radical de Juntos por el Cambio, se encuentran claras diferencias a favor de los misioneros, diferencias económicas que le permiten ahorros concretos en sus bolsillos, porque allá deben pagar por la atención de la salud, los medicamentos que acá son gratuitos, deben transportarse hasta la Capital para encontrar juzgados si son del Interior y deben pagar el boleto de los estudiantes. Hay por lo menos dos o tres salarios que el misionero se ahorra en el año gracias a los servicios que el Estado provincial absorbe con recursos propios.
El turismo tiene reservas récord, los eventos deportivos como el automovilismo y otros están al tope de la demanda, los locales comerciales todos alquilados, las concesionarias tienen todos los coches vendidos y en reserva, igual que las maquinarias del campo. Los restaurantes llenos durante todos los días de la semana, igual que los cines y los comercios. La secuencia es histórica.
Sin liberalismo político y si hubiera dependencia de los frentes nacionales todo esto no se podría lograr.
Otra decisión provincialista es la instrumentación de la SUBI, que permite a los usuarios usar billetera electrónica para pagar los pasajes, y la mejora del transporte en Oberá, dos decisiones que si se dependiera de la Nación no se podrían haber tomado. Claramente los beneficiados son los usuarios.
Una situación parecida ocurre con el fenómeno de Javier Milei, que rompió el esquema bifrentista de la política nacional, y está creciendo en su candidatura presidencial justamente por ser algo nuevo, diferente, que no depende de los dos grandes frentes que han fracasado cuando fueron gobierno.
El mejor equipo de la historia, de Juntos por el Cambio, dejó una deuda imposible de pagar y una situación de inflación sin crecimiento económico que empeoró con la pandemia y la gestión de Alberto Fernández. Hoy quieren dar recetas de cómo solucionar la crisis que ellos provocaron, los dos espacios. Cristina y Alberto por un lado; Macri, Larreta, Vidal y Bullrich por el otro.
En otro orden, hubo total aceptación de todo el mundo educativo sobre los cambios introducidos por el gobernador en la Junta de Clasificación y Disciplina. El recambio permite un refresh con orientación en la modernización, en la incorporación de gente capacitada, donde se priorizaron sus antecedentes y su mérito. Hubo festejos y felicitaciones en redes sociales además de que se valoró la equidad, sin hegemonía de ningún gremio, cien por ciento a favor de la educación y la modernización educativa.
Se podría interpretar la decisión entendiendo el propósito de la renovación de llevar transparencia al Consejo de Educación, orientando hacia la alta profesionalidad, acompañando la transformación en esta nueva etapa que vive la educación misionera.
Y finalmente hubo otro hecho histórico y trascendental para la vida institucional de la provincia, como fue la creación del primer juzgado ambiental del país, que viene a completar un esquema integrado por los dos ministerios, Ecología y Cambio Climático, un esquema de cobertura jurídica con decenas de leyes de estricto sentido ambiental; y la permanente inversión para cuidar sustancia, que es la selva, el principal patrimonio de la humanidad y de los argentinos, que lo tiene y lo preserva Misiones.
Rovira afirmó que la necesidad de la creación del fuero ambiental “se sustenta en un derecho humano básico consagrado en el Artículo 41 de la Constitución Nacional” y que se trata “del derecho que tienen todos los habitantes a gozar de un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras”.
Destacó que esta ley “se hace trascendente e innovadora al considerar que por primera vez nuestra provincia contará con un fuero ambiental específico”.
“Resulta imperiosa la necesidad de articular instancias judiciales para la preservación del ambiente y sus recursos naturales, ya que los niveles de contaminación y utilización irracional de los recursos naturales han excedido la capacidad de respuesta en un Estado que se encuentra desprovisto de un órgano jurisdiccional específico de la materia ambiental”, expresó el presidente de la Legislatura.
Esta semana también se concretó el primer vuelo o bautismo del nuevo helicóptero adquirido por la provincia con recursos propios, para combatir incendios y realizar operativos de emergencia y riesgo.
Y como si fuera poco, profundizando el perfil ambiental, la provincia continúa con fuerza en la elaboración y distribución de un abono y herbicida orgánico, libre de químicos, que le otorga un valor agregado a los productos de las chacras misioneras, como en todo el mundo, donde lo orgánico vale más y se paga más. Es un salto de calidad para la yerba, la mandioca, el tabaco y los insumos de la huerta.
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