La lluvia caída en diferentes regiones de la provincia de Misiones, trajo un gran alivio ya que diversos focos ígneos se encontraban fuera de control. Así lo informó el Presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Misiones, Waldemar Laumann.
ANG y Multimedios Génesis recogieron sus impresiones, tras una charla telefónica con Laumann: “Sabemos que durante toda la semana se registrarán precipitaciones, pero no será la solución del problema, ya que igualmente después seguirán los calores”.
Actualmente, en líneas generales el ambiente está más fresco, con algo de humedad, y todo ayuda que si hay focos de incendio no sean tan violentos, consideró el experto.
Todo también depende de la accesibilidad o no a los lugares, cuestión que agrava las tareas de los bomberos voluntarios en la “Tierra colorada”.
Guardia permanente
En 2019, en la Reserva de Biósfera Yaboty los voluntarios combatieron incendios de gran magnitud, pero estos episodios de 2022 lo superaron por la cantidad de focos violentos y descontrolados que requirieron intervención, confió Laumann.
“Esta tragedia, nos tiene que servir de aprendizaje”, exclamó y amplió: “Montamos tres puestos de guardia en aldeas que fueron totalmente afectadas por las llamas. En el arroyo Isla, Guavia Mí y arroyo Anta”.
Recien el domingo a la noche las cuadrillas pudieron contener el fuego, con diversas técnicas y recursos.
Entre ellos, con contrafuegos, para evitar que se escape totalmente del control y llegue a mayores extensiones de montes nativos y a la forestación, propiedad de la empresa Laharrague.
Recursos humanos
Waldemar Lauman, dijo que los vecinos y los empresarios realizaron fundamentales aportes en esta cruzada: “Agua, frutas, alimentos no perecederos; para los brigadistas que se internan toda la semana en el monte, sin regresar a sus bases en la ciudad”.
Sin lugar a dudas, el material humano que hay en Misiones demostró que está a la altura de las difíciles circunstancias, incluso este año que la magnitud del desastre fue inimaginable.
“Higiene forestal”
Con respecto a la denominada “higiene forestal”, el entendido manifestó que casi nadie la respeta y existe una ley que la exige. Tienen que existir “corta combustibles” en buenas condiciones de mantenimiento, para el acceso de las dotaciones (en algunos casos tuvieron que hacerlo a pico y pala) y también para impedir la propagación de las llamas.
En algunos casos, habían enredaderas desde el suelo hasta la copa de los árboles, trasladando las llamas hasta los 30 ó 40 metros de altura.
“Misiones no tiene la misma topografía que Corrientes. Así que la única solución es el helicóptero con el helibalde, para trabajar desde la altura. Ni siquiera el avión hidrante sirve en esta zona, porque el agua se pulveriza en su contacto con el ambiente y llega apenas una llovizna a los árboles”, detalló Waldemar Laumann y agregó: “Al propio ministro de Medio Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, le manifesté”.
El trabajo coordinado entre el personal de a pie y los pilotos de los helicópteros desde el aire, fue la mejor solución para aplacar los incendios en el monte misionero.
El fuego no perdona
Según la experiencia, la actividad del fuego es impredecible, nadie puede determinar hacia dónde se va a desplazar.
Así ocurrió en el arroyo Isla, que ardió durante una semana a la altura de una sierra de sesenta metros, inaccesible, arrasando todo a su paso. Y después, cuando cambió el viento, hubo “fuego de retroceso” que continuó quemando lo que antes no había consumido.
En Misiones, esta misión tiene que ser coordinada por baqueanos y bomberos.
Sobre los orígenes de las quemazones, se sabe que están relacionados con el ser humano: quema de residuos y “apicultura” casera en la cultura aborigen. Así que se pide evitar el uso del fuego para limpiar.
#ANGUACURARI
Gabriela Cardozo-Eldorado
ANG Agencia de Noticias Guacurarí
CRG Cadena de Radios Guacurarí
MG Misionero Guacurarí
Coordinación General: Walter López
Facebook
Twitter
Instagram
Google+
YouTube
RSS