Victoria Almeida – ilustre mujer guaraní, esposa, madre y abuela de caciques. Con más de ciento diez años que afirman, tiene la abuela madre de la Aldea Jejy, camina por sus propios medios hasta el patio para disfrutar del sol, que se muestra temprano en los cerros. En una loma rodeada de monte, muy cerca del arroyo Paraíso, se encuentra la Aldea Jejy. Hacen más de ochenta años Victoria y Toribio –su esposo ya fallecido- eligieron ese lugar, con acceso a un arroyo, para asegurarse el alimento que viene del agua, porque el pescado, junto con el maíz son su comida habitual; al preguntarle sobre la comida que le gusta y como se prepara, menciona el Khety Mbaypy, que se logra pisando maíz y batata en el Angu’a y esa mezcla cocida se convierte en un puré. Detalles que explica con voz tenue en su idioma ancestral, con la ayuda de Juvenil Sosa su hijo, que traduce sus dichos, agregando con una sonrisa que por muchos años también consumieron carne de jabalí pero ahora lo cambiaron por aves de corral.
Cuando ANG pregunta el origen del nombre de la Aldea, manifiesta que era un espacio en el medio del monte con abundantes plantas de palmitos silvestres -en guaraní Jejy, especie de palmeras que todavía se encuentran en el predio, y les pareció bien ese nombre.
Y ella anduvo caminos.
La historia de la Abuela Victoria comienza en Campo Grande de donde vino con sus padres, hasta Tamandúa, abriendo picadas en el monte. Su vida transcurrió buscando lugares adecuados para vivir, caminando en lo profundo de la selva misionera desde la década del 20 – Para ellos los guaraníes, no existían límites ni fronteras, y por eso cada tanto cruzaban el río de un lado al otro, así llegó a la Aldea Guarita en Chapecó y de allí a Campinas.-Brasil- Y al tiempo esquivando a la civilización que avanzaba en esos lugares, y buscando el silencio del monte, cruzaron el río otra vez. El nuevo destino fue Prje. Alegría en San Pedro y cuando murieron sus padres partieron rumbo a Tekoá Tatú- hoy Aldea Pindó Poty-luego a Tekoá Socorro, pero al elevarse peligrosamente el agua del arroyo se desplazaron creando Tekoá Kaagy- Aldea donde nació su hijo Eliseo Sosa actual Cacique de la comunidad- siempre buscando el mejor sitio para establecerse llegaron a estos lugares hace casi cien años y se quedaron definitivamente, porque ya no podían recorrer el monte a sus antojos, la colonización avanzó, y el monte fue decreciendo, la vida cambió, hubo que buscar otros recursos porque reconoció con tristeza ¨el monte ya no era solo nuestro¨.
#ANGuacurari
Catita Argañaraz – Fm América
El Soberbio
Edición: Nahuel Centurión
ANG AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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