
Más de un misionero habrá escuchado o leído el nombre de plantas nativas como Jaboticaba, Guaviroba o Caraguatá entre otros, pero pocos saben que un grupo de mujeres de Aristóbulo del Valle que forman parte de la Asociación Civil Mujeres Soñadoras elaboran mermeladas con los frutos de estas planta bajo el nombre «Soñadoras», cuyo sabor es único en el mundo.
Ellas siempre realizaban estas mermeladas para sus familias y, un día, decidieron emprender la comercialización a gran escala recurriendo a una elaboración tradicional y artesanal con el objetivo de continuar con las costumbres heredadas de sus antepasados.
La secuencia para la elaboración consiste en la recolección y selección de frutas (estas deben tener buen aspecto y grado de maduración optimo), esta tarea la realizan en sus hogares/chacras y deben ser conservadas en congelador hasta su producción. En la sala de elaboración, se procede a lavado, selección, trozado de las frutas y puesto a cocción con los ingredientes (agua, azúcar) hasta alcanzar la consistencia, coloración y grados brick establecidos.
Se esterilizan las tapas y frascos, hirviendo por 10 minutos (las tapas no se las puede hervir debido a que se dañan) luego se rocía con alcohol rebajado (70% de alcohol y 30% de agua), y se los deja secar. Posteriormente, se envasan las mermeladas al “vacío”, los frascos tapados se los coloca en agua y se los hierve durante 15 minutos.
La tarea final es la rotulación, etiquetado y almacenamiento de los productos. Cumpliendo con los requisitos bromatológicos de higiene y seguridad que se requiere para la obtención de productos de calidad.
Al finalizar la producción de mermeladas, las semillas de los frutos se utilizan para que las familias y vecinos generen plantínes para enriquecer áreas degradadas (rosados), en líneas de yerba, al costado de los caminos, y así poder extender el monte nativo a los sectores productivos.
Cuidar el medioambiente.
A través de la elaboración de mermeladas de frutas nativas, estas mujeres pretenden concientizar el uso, cuidado y conservación de los recursos del monte, donde no solamente sirven para generar alimento, refugio, medicina, sino que además posibilitan alternativas económicas sustentables a las familias.
Estos árboles deben ser conservados debido a que sus frutos son de suma importancia para la dieta de determinados ejemplares de fauna, los cuales (en casos) solamente se alimentan de ellos, la desaparición de estos árboles podría influir desfavorablemente en poblaciones faunísticas, dañando así toda la cadena trófica.
Productos:
Las “Mermeladas Nativas”, elaboradas a partir de frutos recolectados en los remanentes boscosos que poseen en sus chacras y alrededores, tales como:
- Jaboticaba (Plinia cauliflora): árbol nativo de la selva paranaense, de tronco liso, flores blancas que fructifica a los 5 años de edad.
- Guaviroba (Campomanesia xanthocarpa): en idioma guaraní significa “árbol frutal”. Tiene copa densa, Su Fruto es una baya globosa que, al principio es verdosa y luego va tornándose de color amarillo anaranjado en la madurez. La floración ocurre por septiembre – octubre.
- Caraguatá (Bromelia balansae): pertenece a la familia de las bromeliaceae, tiene un fruto de color amarillo que fructifican en otoño: marzo – abril.
- Ubajay (Hexachlamys edulis): es un árbol de poco tamaño. Sus frutos son de color amarillo, con tamaño de 3 – 5 cm de diámetro, de sabor agridulce y cascara muy fina, su interior es jugoso. Las flores aparecen en agosto – septiembre.
- Cerella (Eugenia involucrata): es un árbol de hasta 12 metros de altura. Su fruto presenta carozo y tiene pulpa de color amarillo, dulce de sabor muy agradable. Se distribuye en el noreste argentino, Brasil meridional, norte de Paraguay y Uruguay.
- Pitanga (Eugenia uniflora): es un árbol de no más de 7 metros de altura, con diámetro de tronco de 20 a 30 cm. Florece en primavera, con flores pequeñas y blancas. Fructifica de octubre a noviembre. Sus frutas son pequeñas de sabor dulce, color rojo o morado y cuando maduran son bien brillantes.
- Jacaratia (Jacaratia spinosa): es un árbol que posee un diámetro que podría rondar los 80 cm. Su fruta es una baya amarillo-naranjada que aparece en febrero. Las frutas eran llamadas por los antiguos colonos como “la fruta del pan” quienes la consumían tostadas, ya que comerlas crudas puede generar picazón en la boca.
- Mbocaya (Acrocomia aculeata): su planta contiene espinas. Sus frutos son denominados “coquitos” debido a su apariencia globosa y por poseer una cascarilla dura que los envuelve.
Las “Mermeladas de la Chacra”: se producen con productos obtenidos de nuestras chacras (Zapallo, Zanahoria, Chuchu, Naranja, Mandarina, Mburucuyá, Rocella, mamón, quinoto, durazno, ciruela, pera, higo, níspero, entre otros).
Elias Sonma – Leonardo Settecase – REC MULTIMEDIOS – San Pedro
AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ – ANG
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