Lejos de las disputas nacionales, Misiones se mantiene concentrada en su proyecto de crecimiento en paz, con acento en el aliento a distintas expresiones de la economía del conocimiento, la innovación, y una mirada social y participativa. El inicio de las clases en tiempo y forma, profundizando el camino de la educación de vanguardia y el conocimiento, que son las más importantes herramientas para el desarrollo de la provincia y la sociedad, dio el marco adecuado en la tierra colorada a un modelo que los misioneros, mayoritariamente, vienen eligiendo desde hace más de dos décadas.
Si bien los efectos negativos de las decisiones políticas del gobierno nacional se sienten también en la provincia, la presencia de un gobierno misionerista, que se mantiene cerca de la gente y busca resolver los problemas a medida que éstos se presentan, representa un dique de contención para los misioneros. El orden financiero y la apuesta al crecimiento económico equilibrado destacan a Misiones en el conjunto de provincias argentinas y permiten a la Renovación arbitrar soluciones en la crisis. En ese sentido, La Renovación participó activamente de la reunión de gobernadores del viernes, representada por el gobernador Hugo Passalacqua, quien se plantó con firmeza a expresar la necesidad de que un pacto contenga los intereses de las dos partes, no solo de la Nación, en referencia a la convocatoria de Mayo lanzada por el presidente Milei.
La deuda con los misioneros
Todo pacto significa un acuerdo donde se respetan los intereses mutuos, lo que le interesa a la Nación y lo que les interesa a las provincias; reflexionó el Gobernador. En la ocasión, Passalacqua expuso y detalló la frondosa deuda que tiene la Nación con los ciudadanos misioneros y que afecta principalmente a docentes, con recorte de sus salarios y a jubilados por las transferencias de Anses al IPS que no se cumplen. La provincia es acreedora de la Nación por sumas que superan los 200 mil millones de pesos si se concentran todos los conceptos: regalías energéticas, fondos para obras, educación, seguridad, Anses, entre otros, dejó constar el mandatario. Sorprendió la ausencia del presidente Milei, que fue el que convocó a la reunión que propuso como puntapié inicial de su propuesta a futuro. Algunos interpretaron la ausencia como otra falta de respeto a las provincias del interior. Más allá de ello, el gesto socavó su propia convocatoria al diálogo. Este aspecto de la conducta presidencial no es menor, por el sesgo personalista de su gobierno, tanto como por la sospecha que el pacto que se propone encubre una estrategia para ganar tiempo y avanzar posteriormente en base a hechos consumados.
El dilema del presidente
Pasan los días y el presidente se enfrenta a su verdadero dilema: si logra bajar la inflación, que está ahorcando a propios y extraños, dedicándose a gobernar a pleno, o sigue haciendo un discurso de barricada, gobernando por decreto, sin consensos y buscando enemigos para justificar su relato de una pelea contra la casta que en la realidad no existe porque en su propio gobierno fue sumando numerosos elementos de la propia casta, provenientes del gobierno menemista de los 90 y del gobierno macrista de un lustro atrás. Por su parte, la alianza Cambiemos de Misiones apoyó a este gobierno nacional, en su momento militó y pidió el voto por Milei, pero sus dirigentes se desentienden hoy de los tarifazos, la presión a las provincias, y la suba indiscriminada del costo de vida. De todas formas, sea cual fuera el color político que gobierna la Nación, Misiones continúa concentrada en un proyecto propio de crecimiento, al margen de las disputas agrietadas que envuelven al país desde hace tiempo.
Agencia de Noticias Guacurarí
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