Los legisladores misioneros hicieron valer en un debate histórico la firmeza de convicciones de una fuerza política que desde hace 20 años gestiona la provincia con equilibrio fiscal y paz social. Sin retirar el acompañamiento en general expresaron su disidencia respecto a varios artículos que perjudicaban a Misiones. El retroceso posterior del Gobierno les dio la razón.
Los legisladores de Innovación Federal fueron protagonistas en el tratamiento del dictamen de comisión favorable a la Ley Ómnibus por el gobierno nacional al Congreso. Lo hicieron al acompañar el dictamen en general pero en disidencia, dejando constancias expresas de su desacuerdo con varios artículos que no serían acompañados en la votación en particular, a los fines de que durante el debate en el recinto sean revisados y modificados. El gobierno nacional, inicialmente se comprometió a modificarlos y posteriormente terminó retirando el capítulo fiscal del proyecto. Misiones dio así una excelsa muestra de coherencia política, en el medio del clima hostil generado en los debates de comisiones sobre la “Ley Ómnibus”, Innovación Federal asumió así una posición de liderazgo que permitió la construcción de un consenso crítico en torno a una norma que no satisface todas las posiciones.
El primer logro alcanzado por los integrantes del bloque misionerista fue hacerse entender en el Congreso un hecho que sobrevinientemente llevó a que desde el Gobierno Nacional decidan eliminar el capítulo fiscal y otros artículos de la tan discutida ley que perjudicaban enormemente la economía y la actividad productiva de Misiones.
Los legisladores que integran la comisión de tratamiento de la Ley en representación de Innovación Federal, Yamila Ruiz y Carlos Fernández, defendieron con firmeza la postura misionerista, basándose en el posicionamiento de Misiones como una provincia ordenada; que resolvió el cuello de botella de un abultado déficit fiscal heredado de la gestión de Ramón Puerta, consiguiendo alcanzar el déficit cero que hoy persigue el gobierno de Milei sin hacer caer el peso del ajuste en la gente.
La autoridad que dan los hechos
Esta realidad de Misiones, unida a los avances logrados en la economía del conocimiento, y sus políticas de salud y educación de vanguardia; le dan una fuerza a sus posturas que no pueden reclamar todas las provincias. Después de 20 años de gestión el Frente Renovador misionero es reconocido a nivel país como una fuerza política coherente y con vuelo propio. Misiones tiene la autoridad para pararse ante el resto del país y mostrar cómo se logra el orden económico sin que la gente sea la que pague el ajuste. Todo ello, se logró en base a una conducción política ejercida con profunda vocación transformadora por el conductor Carlos Rovira.
Como lo destacara recientemente la senadora Sonia Rojas Decut, en diálogo exclusivo con la Agencia de Noticias Guacurari: «Rovira es el líder y conductor que está los 365 días del año con nosotros. Nuestros principios están basados en el Misionerismo que plasma nuestros valores. Entendemos que hacer política, poder legislar y gestionar con el pulso de lo que siente la gente nos orientan hacia la concordia, la solidaridad y la unidad, y para eso es elemental reconocer las necesidades, proyecciones y ser empáticos desde la escucha activa para tener fundamentos que representan el sentir del pueblo Misionero».
Disidencia constructiva
Cabe destacar que el acompañamiento de la ley en general, con disidencias en particular, se dio para garantizar que el proyecto llegue al recinto y pueda ser debatido por el pleno.
Los antecedentes demuestran que la provincia siempre tuvo conductas responsables y democráticas tendientes a garantizar la gobernabilidad de los presidentes, sin importar el color político, nunca puso palos en la rueda. Esa coherencia política de la que hace gala el misionerismo es la que le faltó al radicalismo y al puertismo que siempre se mostraron críticos a los supuestos súper poderes en el ámbito provincial pero ahora aplaudían y apoyaban que se lo otorgue a la Nación, incluso en detrimento de la economía de más de un millón trescientos mil misioneros.
La senadora Rojas Decut recalcó, al respecto, el “enorme desafío” que representa un Congreso totalmente dividido y con muchas dificultades para lograr consensos o acuerdos. «Es una situación extraordinaria que pone en tensión el orden de los poderes, el orden público y jurídico, algo que no es común para los misioneros, que tenemos nuestra casa ordenada, tenemos previsibilidad, hay un orden político y en sana convivencia hay una paz social que se construye por todos los sectores”, subrayó. La senadora admitió que hay una gran crisis económica que atraviesa al país, pero sostuvo que “lo que se discute –del paquete de leyes- es el proceso, el cómo llevar adelante las medidas. Sería ideal trabajar y responder en base a ideas, consensos, para construir un país federal que garantice siempre las bases de la Constitución”, enfatizó. El estado de paz social que exhibe la provincia, y que tiene su origen en las políticas del Frente Renovador de la Concordia, se ciñe en política, a su vez, al compromiso de la Renovación con el apotegma de su conductor, el ingeniero Rovira, quien más de una vez ha recalcado que “la voz del pueblo es incuestionable”.
Es escenario político nacional actual se encuentra, en cambio, atravesado por un altísimo nivel de tensión producto de la pirotecnia verbal disparada tanto desde el Gobierno como desde diferentes espacios opositores. Esto se observó primeramente, tras la presentación del DNU y luego con el giro de la “Ley Ómnibus” a las comisiones de la Cámara Baja. Se sucedieron semanas de debate en donde quedó a la vista un altísimo nivel de improvisación del Gobierno Nacional y la falta de expertise para alcanzar consensos que le permitan salir de un terreno pantanoso.
Misiones ha dado cátedra a todo el país de cómo se hace para neutralizar los efectos devastadores de la grieta y cómo se puede garantizar la paz social sin caer en peleas intestinas que no conducen a ningún lado y sólo producen el estancamiento de una sociedad que es arrastrada a lugares oscuros producto del odio y la intolerancia.
El equilibrio fiscal misionero
Superar el endeudamiento criminal en dólares de los años 90, brindar servicios de calidad con un sistema de salud de vanguardia, sumado a la posibilidad de mantener el superávit fiscal es algo que Misiones está enseñando a la Nación y al resto del país.
El festival privatizaciones y ajuste de Ramón Puerta sobre el pueblo dejó a la provincia sumida en una situación calamitosa. Al año 1999, la deuda de la provincia era de 1500 millones dólares. A eso se le debe sumar la venta de las joyas de la abuela a precio vil: Papel Misionero, el Banco Provincia y el Instituto del Seguro, entre las más emblemáticas.
El gobierno de la Renovación afrontó un verdadero proceso de reconstrucción de una provincia en donde los empleados públicos eran víctimas de la aplicación del famoso IETE, un impuesto ilegal que le retenía parte de su salario con la excusa de una “emergencia económica transitoria”. El sector productivo estaba destruido y la industria atravesaba un proceso de anemia producto de la desregulación económica que condenaba su desarrollo.
La tarea no fue fácil, pero había un objetivo claro: equilibrar las cuentas sin pedir plata prestada y sin ajustar a la gente.
El modelo de gestión de la provincia hizo culto a nivel nacional del equilibrio fiscal, incluso con la fuerza de una ley que prohíbe el endeudamiento indiscriminado.
La provincia hoy exhibe un comportamiento ejemplar, no sobra nada, pero existe un Estado presente con políticas activas. Con equilibrio fiscal y una administración responsable se financia la salud, la educación, el bienestar social y la seguridad social.
Agencia de Noticias Guacurarí
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