
Se trata de un trozo de cerámica donde está representada la fachada del templo de San Ignacio Miní.
Ante el inminente comienzo de una obra de construcción de un edificio para lo que será la sucursal San Ignacio del banco Macro S A. en un terreno ubicado a escasos metros del tejido que delimita el sitio patrimonial de San Ignacio Mini y dando cumplimiento a la legislación internacional nacional y provincial vigente sobre el resguardo del patrimonio se realizó la correspondiente prospección arqueológica del terreno.
La acertada decisión de realizar la prospección arqueológica permitió que se pudiera rescatar un material histórico de inestimable valor, el cual acrecienta el conocimiento de la historia de San Ignacio.
Entre las piezas arqueológicas recuperadas, una sobresale, se impone como testimonio histórico: Es un trozo de cerámica donde está representada la fachada del templo de San Ignacio Miní. Un auténtico tesoro patrimonial que pasa a engrosar la invaluable riqueza patrimonial histórica y cultural de nuestra provincia.
Esta experiencia de rescate arqueológico previo a una obra de construcción en un área sensible cercana a un sitio patrimonial nos demuestra la necesidad la necesidad de estar alerta y actuar en consecuencia a fin de proceder oportunamente a la preservación y el rescate de los bienes patrimoniales.
El trabajo de prospección arqueológica fue realizado por el equipo técnico de la subsecretaría de gestión estratégica de la provincia de Misiones, a cargo de la Arqueóloga María Alejandra Schmitz, la primera realizada en el mes de diciembre del año pasado donde se realizó la inspección visual arqueológica en el emplazamiento de dicha propiedad. A partir del cual se decidió realizar una segunda instancia de evaluación mediante una serie de sondeos arqueológicos para evaluar el subsuelo del terreno y tomar las medidas necesarias en caso de presencia de vestigios arqueológicos.
El mismo se llevó adelante entre el 17 de marzo y el 4 de abril del 2025, etapa de prospección y rescate relacionada con el estudio de impacto arqueológico para la nueva obra del banco Macro S.A., en el lote número 6 área del sitio arqueológico de San Ignacio Mini.
El trabajo de intervención fue autorizado por el Banco Macro S.A. para realizar las intervenciones arqueológicas necesarias, previas al diseño de proyecto y ejecución de obra de su nueva sucursal, ubicada en esquina de calles Rivadavia y Gendarme Medina. Esto es muy importante destacarlo, porque el lote adquirido por esta entidad bancaria se encuentra dentro del polígono o zona de amortiguamiento del Conjunto Guaraní Jesuítico de San Ignacio Miní – “Patrimonio Cultural de la Humanidad”.
Las tareas de excavación arqueológica tuvieron como objetivo buscar e identificar la huella o depresión del camino principal de acceso al área urbana de la reducción que en tiempos de jesuitas y guaraníes comunicaba con el espacio productivo de sus tierras.
Dentro del predio del conjunto patrimonial, este camino atraviesa el cotiguazú, cementerio, templo y talleres, en sentido noreste-suroeste, vinculando al antiguo pueblo de San Ignacio Miní con los pueblos de Nstra. Sra. de Loreto y Corpus Christi.
Esa huella, o depresión en el terreno, por fuera del perímetro actual del conjunto patrimonial, presenta cambios de pendiente, que en el lote bajo estudio fueron verificados con las excavaciones realizadas en esta evaluación, siendo rellenado el terreno en diferentes momentos.
Esta situación, probablemente, haya eliminado superficialmente y/o perturbado en profundidad este nivel de uso como “camino” con los rellenos, basureros y construcciones modernas identificadas en la propiedad durante el siglo XX. No así el nivel de ocupación, que queda comprobado con la pequeña muestra representativa que han recuperado y expuesto en el informe de diagnóstico.
Los pequeños fragmentos cerámicos de baldosas, vasijas y tejas recuperadas en el terreno del lote demuestran que la extensión del sitio arqueológico fue mayor al perímetro actual del conjunto patrimonial, y sus vestigios se encuentran dispersos en muchas de las manzanas aledañas al entorno del Conjunto Guaraní Jesuítico de San Ignacio Miní. Estos materiales formaron parte de las construcciones de las viviendas misioneras guaraníes que se observan en pie a metros del lugar, y están relacionadas con las actividades cotidianas realizadas para el consumo de alimentos.
En esa muestra, se distingue un hallazgo poco frecuente y excepcional un pequeño fragmento de vasija cerámica dónde está impreso la imagen de la fachada del templo de San Ignacio Miní.
Un poco de historia
El historiador Esteban Snihur dio detalles de lo que fue San Ignacio Mini y la actual San Ignacio.
San Ignacio Mini, fue una reducción fundada originalmente junto a otras más en el Guairá a principios del siglo XVII, hacia el año 1632 se vio obligada a emigrar junto a la reducción de Loreto ante el avance incontenible de los bandeirantes, para establecerse definitivamente a orillas del río Yabebirí. Luego de varios traslados transitorios se ubicó hacia la década de 1690 en su sitio definitivo, donde hoy podemos apreciar los vestigios que quedan de ella.
A finales del siglo XIX el agrimensor Juan Queirel realizó la mensura del trazado urbano del pueblo nuevo de San Ignacio, quedando el sector de casco histórico de lo que fuera la reducción dentro del pueblo en un área delimitada como de reserva patrimonial, procediéndose al cercado del sector. Recién en la década de 1940 el Gobierno Nacional emprendió la tarea de restauración del conjunto jesuítico, una obra monumental dirigida por el Arq. Carlos Onetto. Ello nos permite apreciar y disfrutar hoy en la Provincia de Misiones de la belleza arquitectónica del sitio y comprender plenamente la relevancia de lo que fueron las misiones jesuíticas de guaraníes.
Pero hay una realidad histórica poco conocida: La reducción de San Ignacio Miní tuvo una expansión urbana muchísimo más extensa de lo que hoy está delimitado por el cerco perimetral del conjunto conservado. Podríamos decir con seguridad de que gran parte del pueblo nuevo de San Ignacio está construido sobre vestigios de lo que fuera la reducción. Por ello cada obra de construcción nueva que se proyecta, cada movimiento de suelo que se realiza, se lo hace sobre un suelo que es arqueológico, que potencialmente puede estar guardando vestigios de la extinta reducción.
Fuente “Reporte de hallazgos lote 6 San Ignacio” – Arqueóloga María Alejandra Schmitz
Fabián Conil- Eco Radio 107.5 – San Ignacio
AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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