Hacer arte es, a veces, un acto de rebeldía. Usar los recursos de la tierra colorada, reflejar sus colores, ríos, montes, olores y texturas a través de la pintura supone un desafío para el artista que, en un mundo cegado por el consumo, deja muchas veces de lado lo simple, natural e importante de aquello que nos rodea. El artista misionero, Ernesto Engel, lo explica a través de aquellas obras inspiradas en Misiones. Señala que pinta paisajes “quizá como rebeldía”, para mostrar que es posible hacerlo con seriedad y técnica, a fin de crear conciencia de que el arte es también un trabajo, una profesión y un modo de vida.
El artista relató cómo utiliza cada recurso de la naturaleza misionera para inspirarse y crear obras realmente magníficas. “Me empezó a gustar el reflejo de las cosas en el agua. Hice una serie que se llama ‘Antes de la caída´, que se relaciona a imágenes del río Iguazú antes de que se desplome en las Cataratas. También me empezó a entusiasmar la hoja del güembé. Es una hoja plástica, lustrosa y eso permite que se vea en gris y en azul. Ahora estoy trabajando sobre la flor del chivato. La elegí para salir un poco de la zona del confort del azul, porque casi todas mis hojas de güembé son azules y esta flor me demanda si o si un color cálido”, explicó.
La influencia de las corrientes artísticas
Engel señaló que un artista puede ir mutando y pasando de una corriente artística a otra. Consideró que es posible combinar unas y otras y añadir los recursos propios del espacio-tiempo donde se crea la obra. El artista misionero reconoció que desde muy joven se vio influenciado por el surrealismo pero luego advirtió que el cubismo era una corriente del siglo XX con mucho peso en el arte del mundo. Luego, con el pasar de los años, encontró una corriente artística que se contrapuso al cubismo: el futurismo, que planteaba el objeto en movimiento, a diferencia del cubismo que lo plasmaba estático. “Hay un cuadro de esa corriente que se llama ´El desnudo bajando una escalera´, es el que más me gusta de la historia del arte moderno. Mis cuadros no tienen que ver con esas cosas, aunque si tuve una etapa medianamente cubista a mis inicios, después se fue”, comentó.
Ernesto Engel considera que en la actualidad las corrientes artísticas son cada vez más cortas y remarca que por ese motivo no se plantea si sus obras se enmarcan dentro de algún movimiento específico. Su interés se centra en el tema que será objeto de arte, en el entorno que lo rodea y en los recursos que le ofrece la realidad que habita. “Con la madurez me di cuenta que tenemos un entorno tan rico, tenemos una riqueza enorme alrededor. Somos muchos los que estamos en esto. Es entonces cuando pienso que puede ser una respuesta del inconsciente colectivo y no individual de cada artista. Hay un rescate de lo que es nuestro”, subrayó.
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