
La Honorable Cámara de Diputados de Misiones declaró Área Natural Protegida con categoría de Paisaje Protegido, a la zona de influencia conformada por los inmuebles contiguos a la desembocadura del Arroyo Cazador en el Arroyo Yabebiry en el municipio de San Ignacio.
A partir de dicha sanción se podrán identificar e integrar las áreas de manera progresiva, utilizando criterios de mérito, oportunidad y conveniencia, suscribir convenios con propietarios de tierras que puedan ser incorporadas al área que conforma el Paisaje Protegido siempre que dichas tierras reúnan las condiciones ambientales requeridas para tal fin.
El sitio en cuestión se ubica a tres kilómetros de la ciudad de San Ignacio, es considerado uno de los sitios con más biodiversidad del sur misionero. El paisaje protegido Arroyo Cazador cuenta con cuatrocientos cincuenta hectáreas de humedales, pastizal y selva, loa que fueran pastizales bajos y que a causa de la cota definitiva de Yaciretá se convirtiera en un gran humedal atrayendo a cintos de aves, reptiles y pequeños mamíferos.
El paisaje protegido ofrece una oportunidad inigualable para conectar con la naturaleza y descubrir más de trescientas especies de aves, representando el 60% de la avifauna provincial y el 30% a nivel nacional.
Se ubica en el punto de transición entre selva y pastizales, un ecotono que conecta la selva paranaense de la zona centro de Misiones con los pastizales del sur, vinculados por el inmenso humedal que se forma en la desembocadura del arroyo cazador sobre el arroyo Yabebiry.
Para los amantes del mundo alado, el humedal ofrece la posibilidad de encontrar y observar aves acuáticas, como patos, garzas y águilas pescadoras, mientras que cada tanto asoma alguna lobito de río, coipo o carpincho.
La selva, que bordea el arroyo y cubre las serranías con su espesura, esconde senderos y pequeñas vertientes que se pueden recorrer a pie, invitándonos así a descubrir su diversidad de flor y fauna. Los pastizales, tan característicos del sur misionero, se llenan de bandadas mixtas, compuestas por aves semilleras, como capuchinos, corbatitas y volatineros. Mientras que los de yetapá grande se posan majestuosos sobre los arbustos, haciendo de centinelas por si se acerca algún amenazante rapaz como el gavilán planeador.
Bajo el agua se esconden peces y ranas, que intentan escapar de los biguás, aningas y el imponente aguilucho pampa.
Info y capturas : Francisco Sinise
Prensa Municipio de San Ignacio
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