Liz Ferreyra, en diálogo con «Mujeres Guacurarí en Acción», relató que pudo profesionalizarse, gracias a la Universidad Popular de Misiones, al Programa Rosita y a la municipalidad de Apóstoles. «Fueron fundamentales», señaló.
Liz Ferreyra se caracteriza por ser una mujer sencilla, predispuesta y que se animó a superarse, «termine mis estudios, aprendí panadería y me acerqué a la tecnología», relató.
La Universidad Popular de Misiones es una institución social de educación no formal (no exige terminalidad educativa), que refiere a la universalidad del conocimiento y que actúa como iniciativa para el desarrollo cultural de los vecinos, cuyo objetivo es promover la participación social, la educación, la capacitación y la cultura.
«Pude realizar los dos cursos en simultáneo, en diferentes horarios y días, me gusta mucho cocinar, pero en estos tiempos es importante algo de conocimiento tecnológico.»
La UPM ofrece una gran oferta de aprendizajes prácticos que garantizan una calidad de formación acorde a las necesidades de los jóvenes, personal en servicio, y/o desempleados con el propósito de potenciar perfiles profesionales aptos y dispuestos a ocupar un puesto laboral.
«El curso de excel me costó mucho más que el de Word, nunca había tocado una computadora, al principio tenía miedo, pero a medida que fuimos avanzando , tome más confianza.»
«Hoy en día, la municipalidad de Apóstoles, me dió la oportunidad de colaborar con el programa Procipo, que es de contención para las personas oncológicas , que trabaja para la inclusión de los misioneros y misioneras con esa enfermedad.»
«Hay que animarse, hay que superarse y empoderarse, los desafíos son para los valientes», concluyó.
Cecilia Cabral
PROYECTO «MUJERES GUACURARÍ EN ACCIÓN»
Producción: Graciela Rojas
Idea, Producción y Coordinación: Walter López
ANG – Agencia de Noticias Guacurarí
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