La nueva Escuela de la Familia Agraria (EFA), inaugurada hace unos días en Pozo Azul, lleva el nombre San Roque González y cuenta con 40 estudiantes de primer y segundo año. El establecimiento se convertirá en el centro de referencia de las EFA 4.0 en el norte provincial, producirá alimentos, balanceados y tendrá un área de capacitación para las cooperativas de la zona. Con el objetivo de facilitar la formación y asistir al establecimiento, el Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI) entregó herramientas para el laboreo de la tierra y acompañó desde sus inicios el proyecto de esta EFA.
A través de programas y asistencia permanente, el IFAI apoya la capacitación de los jóvenes rurales porque considera que “son factores importantes para promover el desarrollo agrícola de nuestra provincia”. La importancia de contar con escuelas agrícolas “radica en que la transformación del modelo productivo de la provincia estará basada en una nueva generación de agricultores con formación técnica o bien que estos jóvenes brinden asistencia técnica”, aseguró Ricardo Maciel, presidente del IFAI. De esta manera, “se producirá de acuerdo a nuestro clima y topografía y se incorporará tecnología”, apuntó.
Maciel observó que “los productores saben producir pero no tuvieron la formación que se requiere para gerenciar una cooperativa o una chacra. Con jóvenes profesionalizados se podrá salir a negociar en mejores condiciones. Las escuelas son el lugar de transformación de nuestro esquema de producción de alimento, amigable con el medio ambiente”. Ese es el motivo por el cual, desde el gobierno provincial a través de distintos organismos, “acompañamos a todas las escuelas agrícolas y buscamos revalorizar las función de las escuelas técnica, cualquiera sea su disciplina”, remarcó.
Trayecto recorrido
En tanto, María Cristina Bandera, titular de la Asociación Civil que impulsó la creación del establecimiento y residente de la Unión de escuelas de la Familia Agraria de Misiones (UNEFAM), recordó cómo empezó el proyecto. “Al principio se había planteado construir una EFA en el cruce de Pozo Azul en la intersección de las rutas 17 y 20, en 2010. No llegamos a un acuerdo y la idea fue madurando en los años siguientes para comenzar a trabajar en el 2014, cuando asumí la presidencia de UNEFAM”.
La escuela EFA se presenta como un centro educativo en condiciones de desarrollar tecnología y forma parte de las EFA 4.0, tras la conectividad que brindó Marandú Comunicaciones a la red Internet el mismo día de la inauguración. Sumado a la producción tabacalera que distingue a la zona, la producción hortícola y la agricultura familiar, “será también un centro de capacitación para las cooperativas que ya están constituidas”, explicó Bandera.
Una matrícula en crecimiento
A los 40 estudiantes que hoy cursan primero y segundo año, se sumarán una cantidad similar el año que viene. “Las familias a medida que ven la construcción de los edificios se acercan para reservar lugar”, comentó Bandera. Todos los jóvenes que concurren a esta escuela son hijos de pequeños productores de la zona. Comentó que los estudiantes viven en las colonias y como mínimo recorren dos o tres kilómetros para llegar a la ruta 17. Así, la EFA de Pozo Azul viene a solucionar la necesidad del nivel secundario. Bandera considera que el establecimiento es un aporte importantísimo para un municipio en construcción como Pozo Azul.
Potenciar la producción
En la visión de la presidente de UnEFAM “un centro educativo como éste generará actividades conexas tanto como nuevas radicaciones, por ejemplo de docentes para quienes se construirán viviendas, lo que promoverá el crecimiento económico”. Uno de los objetivos que planteó Bandera “es potenciar las plantaciones anuales hortícolas, crear, armar producciones y buscar soluciones a la comercialización ya que en esta zona es muy difícil”. Consideró que “esto será una de las claves para el desarrollo del nuevo municipio”.
Además, explicó que se trabajará en la incorporación de tecnología, incentivando su uso en la agricultura familiar y la producción de alimentos. “Ya hemos empezado a trabajar con una cooperativa de la zona y podremos realizar convenios de colaboración, de aprendizaje para los alumnos y de interés para las asociaciones civiles y UnEFAM”. Para finalizar puntualizó: “creo que serviremos como nexo o como base, para construir conocimiento y capacitación. Podremos realizar análisis de mercado, que los chicos se formen y puedan dar respuestas a lo que falta en el sector rural, en el que muchas veces hay producción pero no salida en materia de comercialización”.
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