Uno de los ejes clave en el desarrollo de la inmunización contra el Covid-19; hecho inédito en la historia de Misiones, Argentina y el mundo, es el que aglutina a los promotores y promotoras de Salud. Ante un suceso de tal magnitud, ellos no utilizan únicamente sus aptitudes médicas, también trabajan en la contención y la armonía dentro de los distintos vacunatorios de la provincia.
Un esfuerzo ciclópeo de vacunación como nunca antes en la historia requiere de múltiples actores comprometidos y coordinados. Toda la estructura de la administración pública de Misiones está abocada a la distribución de las vacunas por todo el territorio provincial, el otorgamiento de turnos según los criterios epidemiológicos trazados en el Plan de Vacunación y la inmunización propiamente dicha.
En este último tramo del proceso aparece la figura de las y los promotores de Salud, eslabón fundamental para que el mismo se desarrolle eficaz y velozmente. No solo ponen a prueba sus conocimientos relativos a la Medicina, sino que manejan humores, ansiedades y el lógico stress que ocasiona en todas las personas lidiar con un virus como el SARS-CoV-2. Es por ello que la alegría compartida a través de las redes sociales por quienes lograron vacunarse contra el Covid-19, o por parte de sus familiares y amigos, suele incluir el reconocimiento a la actividad de los promotores de Salud.
Entre los tantos testimonios que afloraron en las distintas redes sociales, en el boca a boca de los vecinos o en los grupos de WhatsApp, reproducimos dos de ellos (producidos en la última semana) que sintetizan el resultado de un accionar ejemplar: “Increíble, eran tres cuadras de cola, y en menos de una hora; llegué, entré y ya me vacunaron. Adentro vacunaban, veas que bien organizado que estaba, yo no sé cuántas serían, pero por lo menos seis u ocho personas eran las que vacunaban”, comentó Cristina, una vecina de 73 años del Centro de Posadas, a su hijo.
“Cuando estabas ya por entrar te pedían el documento, lo llevaban adentro y después te iban haciendo entrar a ese salón donde había sillas y te hacían sentar e iban llamando con el documento que ya tenían el papelito listo, que te entregan con la certificación que te vacunaron”, continúa la vecina que se vacunó en el Polideportivo Provincial Finito Gehrmann.
“Tenían el papel y el documento en la mano y te llamaban, se paraba la chica al lado tuyo, la que te llamaba, y venía la que vacunaba, venía, te vacunaba y se iba. Pero no sabés con que rapidez despachan, 8 personas a la vez o 10, van vacunando así, pero rapidísimo, increíble lo bien organizado”, concluye así la descripción de su experiencia con la vacunación.
Y deja un mensaje sumamente emotivo: “Feliz de la vida, la verdad que se me cayeron las lágrimas de la alegría”.
Por otro lado, el testimonio de una hija acerca de la vacunación de su madre Martina de 82 años en el Hospital de Jardín América es esclarecedor: «Se vacunó el viernes 12 a las 16hs., la nieta le sacó el turno, se fue, no esperó nada, llegó, le dieron una silla, se sentó, salió la persona que estaba adentro y la hicieron pasar. Muy estricto el horario, cumplen con el horario a rajatabla, si le dicen a las 16hs, a las 16hs entra a vacunarse».
Entre las peripecias que han tenido que afrontar los distintos promotores de Salud no puede soslayarse el hackeo producido la semana pasada al sistema de turnos, que produjo una saturación de personas en diversos Centros de Vacunación. Allí también pusieron a prueba su temple para afrontar una situación tan compleja y que fue ocasionada externamente. La rápida solución del problema, junto a la reasignación de los turnos otorgados por el hackeo, fue otro punto alto en la gestión de la pandemia.
Cuando esto finalmente termine no debemos olvidar a quienes de manera silenciosa, pero eficaz y satisfactoria, permitieron la inmunización de la sociedad misionera: los promotores de Salud.
#ANGuacurari
Prensa del Ministerio de Salud Pública
Edición: Hector Gabriel Olejnik
ANG AGENCIA DE NOTICIAS GUACURARÍ
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